Pablo Casado no cree a Pedro Sánchez. A su juicio, leyó con "poca convicción" y "pretendida rapidez" que Nicolás Maduro es "un tirano" y se reafirmó en que el presidente es rehén de Podemos, partido "que lo mantiene en la Moncloa". Por ello, un día más, exigió celeridad en el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente de Venezuela y, en paralelo, reclamó actuar contra los cauces de financiación del régimen.
En una rueda de prensa en Guadalajara, solicitó congelar todos los activos de "los gerifaltes del narcoestado bolivariano de Venezuela". Es decir, bloquear sus cuentas en "paraísos fiscales y países europeos" y también "embargar sus propiedades inmobiliarias". "Y hay que hacerlo de forma coordinada con todas las naciones europeas", en palabras de Casado.
Para el líder de la oposición, Maduro "tiene que abandonar el poder de inmediato" y Guaidó "liderar la transición hacia una democracia con elecciones libres". Y, para mantener la presión, recordó que este jueves, a petición de los populares capitaneados por Esteban González Pons, se votará en el Parlamento europeo el reconocimiento de Guaidó como presidente de interino de Venezuela.
Además de la ofensiva en Bruselas, el PP ya presentó tanto en el Congreso como en el Senado sendas proposiciones no de ley para apoyar a Guaidó y los grupos municipales, como se constató el martes en Madrid, están presentando mociones en los consistorios en dicho sentido.
Casado, de nuevo muy crítico con el jefe del Ejecutivo, sacó a colación que está de viaje oficial a México, país que aún no ha apoyado a Guaidó, para exclamar: "Está huido, va a estar dos meses sin pisar el Parlamento, insultando la legitimidad de la democracia parlamentaria en España y pasando por encima de la petición del Senado para que comparezca y dé cuentas".