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El independentismo normaliza la violencia y bate a palos las localidades en las que PP, Cs y Vox pretenden manifestarse

Nueva agresión separatista en Cataluña en un acto de Ciudadanos mientras la Generalidad se inventa una oleada de violencia ultraderechista.

Los últimos fines de semana en Cataluña vienen marcados por la violencia política. Desde el pasado diciembre se ha recrudecido la tensión. El separatismo está en pie de guerra. Que las calles serán siempre suyas y ni un paso atrás son los gritos más coreados en sábado y domingo en Gerona, Barcelona, Vich, Tarrasa o Torroella de Montgrí, en la Costa Brava, donde este sábado el concejal de Ciudadanos de Blanes Sergio Atalaya ha recibido el impacto de una lata de cerveza en pleno rostro. Participaba junto a un grupo de diputados y concejales de Ciudadanos en un "paseo informativo" por la localidad. En realidad pretendían montar una carpa para repartir folletos, pero el ayuntamiento, gobernado por ERC, se lo había prohibido.

Los Mossos d'Esquadra han impedido el linchamiento sin practicar detenciones o identificaciones entre los agresores. Como se puede apreciar en el vídeo difundido por Ciudadanos, un grupo de exaltados insultan al herido, que sangra por la nariz, y gritan "fuera". Los policías tienen órdenes estrictas de no cargar contra los violentos. Se interponen a un palmo del concejal y del diputado de C's en el "Parlament" Jean Castel, que junto al portavoz Carles Carrizosa y otros dirigentes pretendían informar de sus propuestas. En su cuenta de Twitter Castel ofrece diferentes perspectivas del ataque y el paseo por Torroella.

La exconsejera de Trabajo de la Generalidad y exdirigente de UGT en Cataluña, Dolors Bassa (ERC), en prisión preventiva por el golpe de Estado, es natural de la localidad y el separatismo ha considerado un insulto que Ciudadanos pretendiera hacer política allí. Cabe constatar que Bassa se ha situado al margen de los presos de Lledoners y pide a sus partidarios que no condicionen su suerte judicial con protestas. Sea como fuere, el independentismo ha impedido el acto de Ciudadanos en su pueblo. Tampoco le pareció oportuno al separatismo que las agrupaciones locales del PP y Vox celebraran el pasado día de la Constitución con actos en Gerona y Tarrasa. Las cargas de los Mossos para evitar que los separatistas se abalanzaran sobre los concentrados por la Constitución provocaron una purga en la policía autonómica.

Como es habitual, los dirigentes y partidos nacionalistas no condenan los ataques a los políticos y activistas no nacionalistas, ya sean agresiones a personas que reparten propaganda constitucionalista o retiran lazos amarillos o pintadas amenazantes en domicilios de jueces y fiscales. Menos atención les merecen los habituales cristales rotos de las sedes de PP, Ciudadanos y el PSC o los ataques a martillazos contra tiendas de moda o la redacción del medio no nacionalista Crónica Global.

El último chiringuito separatista

Las arengas del presidente de la Generalidad, Quim Torra, a los Comités de Defensa de la República (CDR) cobran forma con los boicots a los partidos no nacionalistas mientras que la maquinaría mediática del separatismo difunde un informe de la recién creada por la Generalidad "Oficina de Derechos Civiles y Políticos de Cataluña" difunde un informe en el que asegura que unas veinte organizaciones de ultraderecha han protagonizados más de trescientos ataques contra independentistas.

Al frente de tal Oficina de Derechos Civiles y Políticos figura Adam Majó, exconcejal de la CUP en Manresa, con un sueldo de más cien mil euros al año, según ha denunciado esta semana la jefa de la oposición en la cámara catalana, la líder de C's Inés Arrimadas. El informe firmado por el nuevo beneficiario de la también novedosa entidad institucional separatista ha dado pie a una nueva ofensiva mediática en TV3, Catalunya Ràdio y los medios subvencionados sobre la supuesta oleada de violencia ultra.

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