Unos minutos después de conocerse que Juan Guaidó se había proclamado presidente de Venezuela, Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida, se apresuró a publicar en Twitter estas palabras: "Golpe de Estado en Venezuela, alimentado durante años por la derecha golpista y sus aliados. EEUU ha reconocido al golpista como presidente. Espero y deseo que el ejército se mantenga protegiendo la democracia y la paz".
Un mensaje que, unos segundos después, decidió borrar dado que pedía la intervención del ejército, lo que hubiera provocado numerosas críticas.
Lo sustituyó por el siguiente: "Golpe de Estado en Venezuela. Se ha gestado durante años y tampoco es el primero. Ojalá fracase también este para que se preserve la paz y el diálogo y se rechace la injerencia externa capitaneada por el Gobierno de EEUU".
Golpe de Estado en Venezuela. Se ha gestado durante años y tampoco es el primero. Ojalá fracase también este para que se preserve la paz y el diálogo y se rechace la injerencia externa capitaneada por el Gobierno de EEUU https://t.co/1BQqjlj9H4
— Alberto Garzón@agarzon) 23 de enero de 2019
Desde Podemos tardaron más en pronunciarse. Fue el propio Pablo Iglesias el que terminó tuiteando reclamando a Pedro Sánchez que España no defienda un "golpe de Estado", como lo definió, en Venezuela.
A Trump y a sus aliados no les interesa la democracia y los derechos humanos en Venezuela, les interesa su petróleo. España y Europa deben defender la legalidad internacional, el diálogo y la mediación pacífica, no un golpe de Estado
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) January 23, 2019