El Ministerio del Interior recibió el pasado 21 de diciembre una solicitud formal por parte de Vox para que tanto sus principales dirigentes como sus sedes reciban protección policial. Un mes después, la formación política sigue sin obtener respuesta oficial, aunque los primeros movimientos ya se han producido, según han confirmado a Libertad Digital tanto el propio partido como el departamento de Fernando Grande Marlaska.
Representantes de Vox informaron a este periódico de que, durante la pasada semana, se produjo un encuentro que concluyó "sin avances" y que, como hasta ahora, se seguirán encargando en la medida de lo posible de la seguridad de sus actos, pese a que siempre informan de ellos tanto a las delegaciones de Gobierno como a las subdelegaciones, que suelen enviar efectivos policiales para dar cobertura al exterior de los mismos.
Pese a esto, la formación liderada por Santiago Abascal, cuyos actos y sedes están siendo atacadas de manera habitual en las últimas semanas, está estudiando la posibilidad de contratar a una empresa de seguridad privada que pueda aumentar la seguridad de actos, sedes y dirigentes mientras esperan la decisión final del Ministerio del Interior.
El departamento de Marlaska también ha confirmado a Libertad Digital el encuentro, aunque por cuestiones de seguridad no ha facilitado datos sobre la duración del mismo y los representantes que acudieron de cada lado. Lo ha encuadrado dentro de la "normalidad" y ha recordado que la petición realizada por el partido político en su escrito era "muy genérica", por lo que era necesario solicitar más datos para hacerla más "concreta".
"La Policía Nacional está haciendo la valoración de riesgo después de que Vox haya concretado qué dirigentes cree que deberían tener seguridad y por qué motivos. Más complicado ahora mismo es el tema de las sedes, ya que parece que el partido político, debido a su crecimiento, va a cambiar en poco espacio de tiempo su sede principal", ha explicado a Libertad Digital un alto cargo del Ministerio del Interior.