El cambio en Andalucía podría truncarse. Regresaron los rumores de nuevas elecciones. El PP y Ciudadanos, que este jueves volvieron a reunirse para avanzar en el organigrama de la Junta, defendieron su acuerdo programático mientras que VOX tensó aún más la cuerda y reiteró su negativa a apoyar la investidura de Juan Manuel Moreno si no se retira el punto sobre la ley de violencia de género.
Santiago Abascal fue contundente por Twitter. No votarán a favor de Moreno si populares y naranjas siguen con sus "insultos y menosprecios" y no se sientan con ellos a negociar antes de la sesión de investidura, que podría celebrarse a mitad de mes. "¿Qué partido va a votar el programa de otros partidos que le desprecian? Vox, desde luego, no", subrayó Abascal en un extenso texto en las redes sociales para justificar la postura de su partido, que podría bloquear la investidura si no se atienden sus demandas, entre ellas sustituir la ley andaluza de violencia de género por otra contra todo tipo de violencias.
Abascal fue especialmente duro con los de Rivera, la "veleta naranja", y recuerdó que Ciudadanos defendía "no hace mucho" lo mismo que está pidiendo Vox sobre la Ley de violencia de género. "Cuando la veleta vuelva a girar, nos encontrará en el mismo sitio, dispuestos a apoyar un cambio real en Andalucía", señaló el líder de VOX, quien apostilló: "Pero si mantienen su negativa a escuchar a 400.000 andaluces, tendrán que entender que nosotros, muy al contrario, somos incapaces de traicionar a nuestros votantes".
"VOX sólo ha recibido insultos, menosprecios y la amenaza permanente de 'cordones sanitarios'", se revolvió, a pesar de pactar la configuración de la Mesa de la Cámara autonómica. Además, dijo que, en vista de que con VOX no les funciona el "chantaje", algunos "voceros mediáticos" próximos a Ciudadanos empezaron a "manipular" su postura sobre la violencia machista y que, según él, es "en contra del feminismo supremacista y el totalitarismo de género".
En paralelo, Ciudadanos también dejó claro que no cederá y amenazó directamente al PP. El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, avisó a los populares de que el acuerdo programático estará roto si acaba aceptando cambiar su contenido para atender las demandas que VOX ha puesto encima de la mesa. "Es inaceptable pretender que no se luche con todas las formas posibles contra la violencia machista", afirmó en declaraciones a Europa Press.
Juan Marín, el que está llamado a ser vicepresidente en el Gobierno de Moreno, llegó a hablar de nuevos comicios: "Si hay que ir a nuevas elecciones no será responsabilidad de los partidos que queremos cambio", dijo en plena escalada de tensión política.
En el PP se mostraron más conciliadores. Teodoro García Ega defendió el acuerdo programático firmado con Ciudadanos, pero se mostró dispuesto a negociar con VOX. "Creo que ningún diputado puede estar en contra de que se luche contra la violencia, la ejerza quien la ejerza, porque la lucha contra la violencia nos une a todos los diputados. Quién haga de esto una cuestión nuclear a la hora de negociar, bajo mi punto de vista se equivoca", destacó el número dos de los populares, en una entrevista en RNE.
Fuentes de la dirección del PP andaluz se mostraron convencidos de que "hay que contar con VOX", pero abogaron por dejar a un lado "las amenazas de unos y otros". "Nadie entendería que no haya cambio", enfatizaron al más alto nivel, y de ahí que se apueste por una doble negociación. Con Ciudadanos, para concretar el reparto de consejerías y con VOX, para que diga "sí" a la investidura de Moreno sin entrar en el gabinete, informa Pablo Montesinos.
"Haremos de Andalucía lo que hemos hecho de España cuando ha gobernado el PP y esa agenda de cambio andaluza será el inicio de lo que vendrá en el mes de mayo, ya que somos un partido de principios", proclamó Pablo Casado desde Melilla. Y lanzó un aviso a navegantes: "La violencia doméstica no hay que politizarla; tenemos que sacarla del debate partidista e ir todos juntos". Algunas voces del partido, como Borja Sémper, le reclamaron no acordar nada con VOX si no rectifica su postura.