Satisfacción en el gobierno catalán tras un día de caos en Cataluña y de violentos disturbios en el centro de Barcelona. Según la portavoz de la Generalidad, Elsa Artadi, el comportamiento de los manifestantes ha sido "ejemplar". Además ha pedido "comprensión" a quienes no se han manifestado "por las molestias que el Consejo de Ministros haya podido causar".
Artadi ha atribuido los estallidos de violencia a "infiltrados", se ha comprometido a revisar la actuación de los Mossos que se han visto obligados a cargar para impedir a los Comités de Defensa de la República (CDR) que desbordaran el amplio perímetro policial en torno a la Lonja de Mar y ha justificado que haya encapuchados en las manifestaciones separatistas ante el temor a ser "criminalizados". "Sobre eso -ha dicho- hay un debate abierto". "Detrás de las capuchas no siempre hay independentistas ni personas que quieren actuar de manera pacífica", sostiene Artadi.
El Govern ha conseguido todas las fotos que se proponía. Primero, la de una cumbre de "Estados" en el Palacio de Pedralbes con cambio del término Constitución por el de "seguridad jurídica" en el comunicado conjunto sobre el "conflicto" y el "diálogo". Después, las carreteras cortadas durante horas y miles de manifestantes, muchos de ellos en actitud violenta, en las calles aledañas al Consejo de Ministros. El Gobierno no es bienvenido en Cataluña y para hacer lo que han hecho, ha apuntado Artadi, "no hacía falta venir a Barcelona".
La teoría de los provocadores
La Generalidad censura que se ponga el nombre de Tarradellas al aeropuerto de El Prat, que el Gobierno quiera anular el juicio a Lluís Companys, y el anuncio de inversiones por más de cien millones de euros en infrastructuras. Dura réplica del Govern y justificación de las protestas. Como siempre, según la versión oficial autonómica, han sido una muestra de civismo tan solo empañada por brotes aislados de incontrolados, agentes provocadores, los "infiltrados". Artadi ha destacado por activa y por pasiva que en la avenida del Paralelo, un grupo de manifestantes se ha llegado a enfrentar con encapuchados que volcaban un contenedor. El portavoz de Junts per Catalunya (JxCat) ha abundado en la manifestación unitaria de la tarde sobre el "comportamiento cívico" durante los incidentes de la mañana y ha felicitado al ejecutivo catalán por haber hecho compatible la "provocación" del Consejo de Ministros con el derecho a la protesta.
Cortes de carreteras tolerados
Como viene siendo habitual, los Mossos han dejado hacer a los CDR de las comarcas catalanas, que han provocado cortes de circulación durante toda la mañana en las cuatro provincias. Al abandonar las vías, han quemado neumáticos, residuos y matojos para retrasar la reapertura al tráfico. Sólo en La Ampolla se han producido identificaciones y al menos dos detenciones. La Ap-7 a la altura de la localidad tarraconense había sido cortada a primera hora de la mañana en una acción similar a la que llevaron a cabo el pasado 6 de diciembre. También se han visto afectadas las comunicaciones en Alcarrás, Lérida, y en Gerona, así como en las rondas de Barcelona. A partir del mediodía, efectivos de la policía regional recibieron instrucciones para desalojar a los CDR de las calzadas.
Miles de personas han hecho noche en el aeropuerto de Barcelona para evitar los colapsos de tráfico, que se ha reducido en más de cincuenta por ciento en el área metropolitana de Barcelona. Los disturbios, algaradas y las barricadas han marcado el día en la capital catalana. Los encapuchados han actuado a placer, con agresiones a periodistas, lanzamiento de toda clase de objetos contundentes contra los Mossos, cruce de contenedores y un amplio despliegue de técnicas de terrorismo callejero. Según Núria Martín, portavoz de Arran, las juventudes de la CUP, "tirar piedras ante mil policías no es violencia".
Setenta contusionados y doce arrestados
Baile de cifras en cuanto a detenidos y heridos. A media tarde los Mossos reportaban doce arrestados y los Servicios de Emergencia, alrededor de setenta contusionados, la mitad policías. Día excepcional dentro de un orden, según Gobierno y Govern. La felicitación de la portavoz Isabel Celaá a los Mossos ha servido de coartada para que Artadi restara toda importancia a los graves disturbios y subrayara el "civismo" de los manifestantes.
La manifestación unitaria de la tarde ha evidenciado la desunión separatista. Portavoces y jefes de las organizaciones más radicales han apartado a los políticos de JxCat y ERC de la primera fila. Unas cuarenta mil personas, según la Guardia Urbana, han acudido al llamado de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium. Ni Torra ni Artadi ni ningún consejero autonómico se ha dejado ver en una marcha en la que se día la dimisión del titular de Interior, Miquel Buch.
Nuevo ciclo de movilizaciones
Al término de la marcha han intervenido Roger Español, el ciudadano que perdió un ojo el 1-O, y Marta Torrecillas, la mujer que dijo que la Policía Nacional le había roto, uno a uno, los dedos de una mano. Fue una de las "fake news" más comentadas del referéndum ilegal. Se ha leído un manifiesto que anuncia un nuevo ciclo de movilizaciones para "conseguir la soberanía que se nos niega". Los denominados "presos políticos" han sido los grandes olvidados de la jornada.
Esta manifestación ha acabado sin incidentes. Al cabo, los CDR y los de Arran se han dirigido a una comisaría de los Mossos para exigir la puesta en libertad de los detenidos.