Julio de 2018: los separatistas y Podemos se abstenían en la primera votación de la senda de déficit presentada por el Gobierno de Pedro Sánchez. Cinco meses después, la postura de estos grupos ha cambiado y el Congreso ha dado luz verde este jueves a ese 1,8% del Ejecutivo, superior al 1,3% heredado del Gobierno del PP. PSOE, Podemos, ERC, PNV y el PDeCAT han dado su sí (176 votos) mientras que PP y Ciudadanos han votado en contra.
Este cambio rebaja la presión que los socios de moción de censura habían ejercido sobre el presidente del Gobierno, aunque tan sólo es un gesto dado que el Senado, en el que el Partido Popular tiene mayoría, vetará esta senda de déficit.
Podemos, ERC y el PdeCAT
A pesar de que la medida fracasará, este jueves se ha vuelto a ver la unión de los grupos que hicieron a Sánchez presidente. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha confiado en que el apoyo de ERC y PDeCAT a la senda de déficit sea el primer paso que permita trabajar para sacar adelante los presupuestos, y ha pedido a todos "responsabilidad" para "arrimar el hombro", bajar el tono y apostar por el diálogo.
Por su parte, el diputado de ERC Joan Tardá ha dicho que su partido votará a favor de la senda de déficit porque la opción de la formación republicana es"poner lubricante en los rodamientos", si bien ha precisado que esta posición no supone un futuro voto favorable a los presupuestos.
También se ha mantenido en esta postura el portavoz del PdeCAT, Carles Campuzano, que ha asegurado que con la votación de este jueves, su grupo quiere evidenciar que "sólo desde el diálogo político se puede avanzar a la solución política de Cataluña". Eso sí, ha mantenido su no a los PGE de 2019.
Tras la votación, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, volvía a instar al PP a que permitiera aprobar la nueva cifra en el Senado, al tiempo que advertía que seguirán con la modificación de la Ley orgánica de Estabilidad Presupuestaria para eludir el paso por la Cámara Alta de la norma, algo, decía "que hoy cobra más valor que nunca, porque lo que está claro que si se produce una diferencia entre las dos cámara en materia de votación de una cuestión, lo que no tiene lógica es que se devuelva para atrás, que no se pueda admitir a trámite porque el Senado la haya tumbado".