Andalucía está más cerca del cambio político. PP y Ciudadanos escenificaron su "clara voluntad de acuerdo", y empezaron a hablar de las reformas que necesita la comunidad. Por ejemplo, un adelgazamiento de la administración autonómica y menos impuestos. Así las cosas, formalmente, primero se abordarán las cuestiones programáticas, para después pasar al reparto de cargos, tanto en la Mesa del Parlamento como en el Gobierno, que podrían dividirse al 50%. No será hasta después de alcanzar el pacto cuando entraría en escena VOX, aunque el partido naranja prefiere la abstención del PSOE .
Tras dos horas de reunión en Sevilla, a la que también asistieron los secretarios generales a nivel nacional de ambas formaciones, comparecieron por separado tanto Juan Marín como Juan Manuel Moreno. Ambos pusieron el foco en que la prioridad ahora es llegar a un acuerdo programático, motivo por el cual se va a crear una comisión técnica que echará a andar esta misma semana. Al más alto nivel, volverán a reunirse el próximo lunes.
Si bien, para el PP la prioridad era llegar a esta primera cita con Ciudadanos no poniendo como "línea roja" que Marín sea presidente, tal y como se consiguió el lunes. Y, a partir de ahí, las fuentes consultadas dieron por descontado la incursión del partido naranja en el Gobierno autonómico en puestos clave, con Marín como vicepresidente. De hecho, en Génova no descartaron incluso que Ciudadanos vaya a pilotar la nueva Canal Sur. Igualmente, la presidencia de la Cámara podría ser para este partido.
Con los equipos de Pablo Casado y Albert Rivera negociando discretamente, el primer contacto oficial sirvió para mostrar sintonía, y dar prioridad al contenido antes que a los cargos. Marín primero y Moreno después dijeron prácticamente lo mismo. "Hemos trabajado exclusivamente en las líneas programáticas", dijo el líder del PP andaluz, y habló de impuestos, Educación, Sanidad o Transparencia. "No hemos hablado de personas", contestó una y otra vez ante la insistencia de los informadores.
Superado este trance, oficialmente se pasará a trabajar en la estructura del Gobierno —no descartando la reducción de consejerías— así como en el reparto de la Mesa de la Cámara. Es lo que ambos líderes han venido a llamar "un pacto global de 47 escaños" que ha de estar listo antes del 27 de diciembre, día de la constitución del Parlamento. En este sentido, Marín enfatizó que será un acuerdo "del PP y Ciudadanos", dejando a VOX al margen. Moreno lo suscribió, pero no sin recordar que la formación de Santiago Abascal "ha expresado su plena voluntad de apoyar" el cambio en la comunidad.
De hecho, fuentes del PP se reafirmaron en que, tras el acuerdo con Ciudadanos, "se puede hablar sin problemas"con VOX a fin de que apoyen la investidura de Moreno. "Ellos mismos han dicho que no quieren entrar en el Gobierno", recordaron las citadas fuentes.
Ciudadanos en esto difiere, y prefiere una abstención del PSOE que este mismo martes, antes de la reunión con el PP, volvió a pedir Rivera. Un escenario que no descarta desde el día después de las elecciones, pensando en su alianza con el presidente francés, Emmanuel Macron, de cara a las elecciones europeas de 2019.