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Nuevo viraje de Sánchez: presentará PGE en enero sin tener el apoyo independentista

El presidente ratifica la exclusiva de Libertad Digital en una entrevista en Telecinco y comienza a marcar distancias con ERC y PDeCAT.

Sánchez en la entrevista con Pedro Piqueras | Telecinco

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado este martes su intención de presentar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en enero con la intención de retrasar las elecciones lo más tarde posible, al menos hasta octubre de 2019. Una información adelantada en exclusiva por Libertad Digital y que el presidente del Gobierno ha ratificado en una entrevista al informativo de Pedro Piqueras en Telecinco.

Su nuevo bandazo, motivado por la hecatombe electoral andaluza, no sólo supone un giro de 180 grados respecto a lo dicho hace unas semanas en Guatemala al dejar claro que no presentaría PGE si no tenía los apoyos necesarios "para no marear a los españoles". También rectifica respecto a las fechas habida cuenta que abandona el compromiso de presentar las cuentas públicas en el Congreso en el mes de diciembre –como anunció y ratificó él mismo y su ministra de Hacienda, María Jesús Montero–, y los deja para principios de 2019.

"Vamos a aprobar en el Consejo de Ministros de enero la propuesta de presupuestos y la llevaremos al Parlamento en el mes de enero", anunció en Telecinco reconociendo que no tiene los apoyos necesarios de las formaciones independentistas. "Nosotros hacemos nuestro trabajo" y de momento "contamos con el apoyo de Podemos, esperamos tener el del PNV y esperamos tener alguno más". Preguntado por las formaciones independentistas ERC y PDeCAT, ha señalado que "van a tener que explicarlo a sus ciudadanos".

Preguntado en este punto por las opciones de adelanto electoral, Sánchez no quiso "elucubrar" y se limitó a prometer que "vamos a trabajar hasta entonces para tener esos apoyos. Vamos a luchar porque haya presupuestos"porque "son unos presupuestos sociales y, si el poder legislativo los bloquea o rechaza, tendrán que explicarlo". Lo único que sí admitió es que "en caso de no salir adelante, el Gobierno de España tendrá que replantearse muchas cosas"comenzando por la convocatoria de los ciudadanos a las urnas.

Escenificar la ruptura

Fuentes del Gobierno siguen defendiendo que "no hay agua en la piscina" para aprobar los PGE y apuntan a una segunda novedad: la presentación de los mismos con el objetivo de escenificar la ruptura con las formaciones independentistas ERC y PDeCAT con quienes salió adelante la moción de censura y con quienes no han conseguido ningún avance en los últimos meses en la negociación presupuestaria. Hasta el punto de que ERC se ha negado incluso a sentarse a la mesa si no liberaban a los presos golpistas.

De hecho, en los últimos dos días se ha producido ya un viraje de la estrategia socialista y gubernamental que ha pretendido tomar distancia de estas formaciones políticas con quienes "no tenemos nada en común" y "no hemos negociado absolutamente nada" en palabras del secretario de Organización, José Luis Ábalos. En la entrevista a Telecinco, Sánchez recuperó su olvidado discurso centrista, aparcado por la política de apaciguamiento: "No cuentan con una mayoría social y su proyecto político va contra la historia".

El presidente se mostró especialmente duro con el presidente catalán, Quim Torra. "Me gustaría que no se perdieran las formas", señaló ante la celebración del Consejo de Ministros Extraordinario en Barcelona el próximo 21 de diciembre, pidiendo a Torra que "garantice la seguridad" de los miembros del Gobierno.

Recordó que el presidente catalán todavía no ha pasado "del dicho al hecho". "Se dicen muchas cosas, pero no ha habido ninguna ilegalidad" y en el caso de que así fuera "siendo líder de la oposición, yo apoyé el artículo 155 cuando fue necesario y el Gobierno de Cataluña sabe perfectamente cuáles son los límites para poder dialogar".

No cuestiona a Susana Díaz

Pese a su eterna rivalidad y tras haber cosechado el segundo fracaso histórico consecutivo para el PSOE andaluz, el también secretario general del PSOE mostró todo su "apoyo a Susana Díaz para intentar, hasta las últimas consecuencias, ser la presidenta de Andalucía" y la definió como "la mejor opción" frente a los intentos y coqueteos de Ciudadanos y el PP con la "ultraderecha de VOX".

Sánchez quiso en este sentido rebajar la tensión generada tras la amenaza de "tomar" el partido de Andalucía con las palabras de su número tres, José Luis Ábalos en Ferraz. El presidente se limitó a pedir una "reflexión" en "los órganos deliberativos sobre cuáles son las cuestiones que tenemos que hacer para recuperar a los 400.000 votantes socialistas que se han quedado en casa".

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