Ciudadanos sabe que la operación Borgen, en referencia a la célebre serie sobre la política danesa, para hacer presidente de la Junta de Andalucía a Juan Marín, con el apoyo de PSOE y PP, no es fácil. Este mismo lunes, en la primera rueda de prensa celebrada en Sevilla tras la noche electoral, el secretario general naranja, José Manuel Villegas, admitía que sería un camino "largo y difícil" al tiempo que, por primera vez, no descartaba como plan B un pacto de la derecha, con PP y VOX.
El primer paso de ese camino será, el próximo 27 de diciembre, la constitución del Parlamento andaluz y la elección de su presidente, la persona encargada de proponer a un candidato para presidir la Junta, puesto al que se postulan ya tres líderes: la socialista Susana Díaz, el popular Juan Manuel Moreno y el propio Marín. El reglamento establece que en la primera votación el candidato a presidir el Parlamento debe obtener la mayoría absoluta de la cámara y, de no ser así, los dos candidatos con más votos se enfrentarían en una segunda vuelta, en la que bastaría la mayoría simple para salir elegido.
Es en ese momento en el que Ciudadanos podría ser decisivo y sus veintiún diputados tendrían la posibilidad de decantar la balanza entre los cincuenta escaños de la izquierda (33 del PSOE más 17 de Adelante Andalucía) y los treinta y ocho que reúnen PP (26) y VOX (12). Incluso, llegado el caso, la suma de PSOE y Ciudadanos, que cabe recordar que se quedaron con 54 escaños, a sólo uno de la mayoría absoluta, sería suficiente, en el bien entendido de que la marca de Podemos nunca alcanzará un acuerdo con los partidos de derecha.
En la negociación "todo está relacionado con todo"
La Ejecutiva nacional de Ciudadanos, en su versión extendida, con todos los dirigentes territoriales, se reúne este miércoles en Madrid y al término del encuentro será el propio Albert Rivera el que comparezca en rueda de prensa. Según fuentes próximas al presidente de Ciudadanos, no se dirá nada sobre la mesa del Parlamento andaluz, aunque esas mismas fuentes admiten que, como en otras negociaciones, "no todo se va a hacer a través de los medios".
Tampoco descartan aspirar a la presidencia del Parlamento y, en cualquier caso, subrayan la necesidad de "optimizar posiciones, de ser decisivos" en una negociación que definen como "un juego muy complejo y muy largo" en el que, explican "todo está relacionado con todo". Conviene recordar que a principios de 2016, nada más irrumpir por primera vez en el Congreso –en la que luego sería una legislatura fallida– Rivera insistió en que sería bueno que hubiese un presidente del Congreso de color político distinto al del presidente del Gobierno. Entonces, PP, PSOE y Ciudadanos alcanzaron un acuerdo para que el socialista Patxi López presidiera la cámara baja.