"Hay derrumbe, pinta muy mal". Así de explícitos son en el Partido Socialista con los primeros datos que les llegan de su famoso 'método Guerra'. Se trata de las primeras 100 papeletas que le llegan de sus interventores en determinadas mesas representativas y que suelen adelantar a grandes rasgos el resultados global de la comunidad.
Siguiendo este método tradicional del PSOE, las fuentes consultadas se sumen en la más profunda desolación: la candidata, Susana Díaz, podría perder hasta 12 escaños y 6 puntos en porcentaje de voto situándose en una horquilla de entre 35-39 escaños y un 29% de voto. Unos resultados mucho peores que el peor de los pronósticos internos de la última semana. La última encuesta interna publicada por Libertad Digital arrojaba un 33% de voto para Susana Díaz y alrededor de 43 escaños, lo que según Ferraz sería "un aprobado", "ni fu ni fa".
De confirmarse por tanto los resultados avanzados sería un clarísimo suspenso que "descarta absolutamente" las posibilidades de adelanto de las elecciones generales al mes de marzo, según las fuentes gubernamentales consultadas por Libertad Digital. Los rumores se habían disparado en los últimos días y algunos dirigentes socialistas veían ésta opción de adelanto en el caso de que hubiera un resultado del PSOE andaluz por encima del 33% de voto; en el caso de situarse por debajo, se descartaba absolutamente marzo y se retomaba la primera opción de dejar las elecciones generales para octubre de 2019.
Los nervios están a flor de fiel en el PSOE pero, según algunos, "abajo están histéricos" en referencia al PSOE andaluz en donde habían tocado a rebato en las últimas semanas ante la desmovilización del votante socialista que detectaban sus propios sondeos. La baja participación que registran ya los datos oficiales es una demostración, según estas fuentes, de que "la desmovilización del votante progresista se han mantenido hasta el final y de que la participación afecta principalmente a los resultados del PSOE".