Las organizaciones separatistas son una máquina de pedir dinero y vender toda clase de gadgets con la bandera separatista o con símbolos como el lazo amarillo. Puigdemont pide dinero para apuntarse al Consell de la República y sortea viajes a Waterloo, Artur Mas pasa el platillo a través de la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium para su fianza, las familias de los presos, establecidas en entidad, recaudan fondos para las defensas.
La venta de camisetas, chapas, pins es otra fuente de ingresos y Jordi Cuixart se ha convertido en una máquina, muy por delante del resto de compañeros en prisión. Una revista publica los cuentos que Oriol Junqueras ha escrito en la cárcel para sus hijos, Joaquim Forn ha publicado un libro, igual que Meritxell Borràs, en libertad provisional. Pero quien se lleva la palma en materia de mercadotecnia es Cuixart.
En la tienda virtual de Òmnium Cultural hay hasta una "marca Cuixart", línea de complementos para militantes independentistas que abarca camisetas y sudaderas con el rostro impreso de Cuixart, chapas, pegatinas, imanes de nevera y libretas con sus frases, mochilas, bolsas y también una taza, última incorporación al catálogo, que reproduce una pieza elaborada por el preso "con sus propias manos", especifica la etiqueta, que añade: "La cerámica es fundamental en su día a día y por eso Jordi ha querido que Òmnium la haga llegar a mucha gente".
La taza cuesta quince euros que según la organización ayudarán a financiar "la campaña del juicio contra la democracia y el derecho de autodeterminación". "No renunciaremos nunca -concluye el texto- a repetir lo que hemos hecho juntos ni escatimaremos ningún esfuerzo en la defensa insobornable de los derechos civiles y nacionales de Cataluña y los Países Catalanes".
La Assemblea Nacional Catalana (ANC) también dispone de tienda, pero no tienen líneas de productos ni camisetas con las caras de sus expresidentes en prisión, Carme Forcadell y Jordi Sànchez.