Rosa María Mateo ha comparecido este miércoles de nuevo en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones, a petición del PP, sobre la sociedad patrimonial que constituyó en febrero de 1993 y por la que podría incurrir en incompatibilidad con su cargo público. La sociedad que desencadenó la anterior bronca con los populares en comisión –Mateo llegó a tachar de "miserable" al diputado del PP Ramón Moreno– ha sido de nuevo el tema del debate este miércoles: con gesto de hastío, Mateo ha dicho que ha iniciado los trámites de "disolución de la sociedad" y ha afirmado que ha cumplido con sus "obligaciones".
La administradora única ha asegurado que no ha habido infracción fiscal por ser cotitular de la sociedad, que creó, ha dicho, por indicación de su asesor fiscal. "Soy perfectamente consciente de que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, por lo que si considera que he cometido, y vuelvo a repetir, alguna irregularidad le invito a que interponga las acciones legales que considere oportunas", ha señalado retando a Moreno.
Sobre la supuesta incompatibilidad y conflicto de intereses por ser participante de la sociedad, la responsable de RTVE ha dicho que no existe tras consultar al Ministerio de Política Territorial y ha entregado el informe a los partidos. También se ha referido a los insultos que dedicó al portavoz popular: "Señor Moreno, en mi anterior comparecencia no respeté el orden, la cortesía ni la disciplina parlamentarios realizando dos manifestaciones respecto a su persona que lamento". "Reaccioné de esa manera porque entendí que se estaba atacando a una persona muy querida para mí. Espero que pueda entenderlo, así como todos los votantes aragoneses a los que representa en esta Comisión y que merecen todos mis respetos. Por ello, le pido disculpas", ha dicho aludiendo a su hijo Germán, copartícipe de la sociedad.
Las explicaciones no han convencido en absoluto al portavoz popular, que ha vuelto a ser durísimo en su intervención y ha avisado de que "no será la última vez que hablemos de este asunto", en alusión a nuevas peticiones de comparecencia. Moreno ha criticado a Mateo por no haber aclarado todas las dudas y "hacer gala de altanería y falso arrebato" en sus explicaciones. "En ningún momento le había faltado al respeto; si tanto le molesta que nombre a su hijo, no lo nombre usted administrador único de una sociedad que contrata con RTVE", ha dicho. También ha afirmado que con la comparecencia, la sociedad ha descubierto una nueva "imagen" de ella, que "se asemeja más a la actitud de Gabriel Rufián en esta cámara".
"Salga de este trance respondiendo o dimitiendo", ha dicho tras lanzarle nuevas preguntas. Y ha afirmado que no se irá porque "no la dejan dimitir, como no dejan a Celaá, a Planas o a Calviño, porque la lista alcanzaría proporciones inauditas". "El Gobierno se cae a trozos, sobrevive gracias a la sala de estar en que se ha convertido RTVE", ha continuado Moreno atacando el "desdén mayestático" con el que responde. "No puede adoptar una posición de adalid de nada porque no ha entendido nada de sus obligaciones públicas", ha zanjado.
En la comisión mixta celebrada en el Congreso también han participado varios senadores, entre ellos la popular Esther Muñoz, que ha sido igualmente dura con Mateo: "Se ve que a usted no le gusta la forma que tenemos de hacer oposición, pero está para responder, le guste o no. ¿Está preparada para ocupar el cargo que ocupa?". Mateo ha contestado riéndose: "Puede reírse pero tengo mi opinión: ¿considera que debe seguir al frente de RTVE?"
La periodista se ha limitado a contestar que "por supuesto que sí" y Muñoz ha contraatacado insistiendo en pedir su marcha por el "conflicto de intereses" creado por su sociedad. Después, ha cargado contra su gestión: "Se la conoce por la gran purga y porque ha llevado a los informativos a las cotas más bajas de la televisión". "No ha entendido nada de ser administradora, se ha creído usted que iba a hacer una misión memorable y no ha hecho otra cosa que dañar al servicio público", ha insistido, antes de reprocharle su "cobardía" por no contestar sus preguntas, algo que ha irritado a Mateo. "Usted me acaba de llamar cobarde, ¿o yo no tengo derecho a pedir amparo?", ha preguntado al final de la sesión.