El líder del PP, Pablo Casado, ha atribuido al Gobierno toda la responsabilidad en su decisión de romper el pacto sobre la renovación del CGPJ, y ha dicho que la causa "nuclear" de que el proceso haya salido mal son las "rivalidades internas" en Ejecutivo en cuanto al poder judicial. Según fuentes parlamentarias, fue Dolores Delgado, "enfrentada" a Margarita Robles, la promotora de la filtración que, según Génova, hizo saltar todo por los aires, informa P. Montesinos
En una entrevista en la Cadena Ser que recoge la agencia EFE, Casado ha señalado por otra parte que ha hablado con el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, y que éste le ha asegurado que no escribió el polémico mensaje de móvil sobre la negociación y sobre el supuesto "control" que habría de la sala Segunda del Supremo con Manuel Marchena como presidente del Tribunal y del CGPJ.
Y al ser preguntado sobre el supuesto espionaje a Luis Bárcenas por parte de mandos policiales bajo el mandato de Cosidó como Director General de Policía, Casado ha señalado que si alguien le reconociese que tal espionaje se ha dado "se iría al día siguiente" del PP, porque él ha dejado ya muy clara su posición de "no tolerar ni una sola actitud que se aparte de la ejemplaridad".
El presidente del PP ha explicado que dio por roto el pacto del CGPJ porque cuando el Gobierno, "sin conocimiento" de su partido o, por lo que sabe, del propio Marchena, filtra el nombre de este juez como futuro presidente del Congreso, "hirió de muerte" dicho acuerdo. Y ha explicado que si no lo rompió en ese momento fue "por respeto a la independencia judicial" y para no perjudicar a Marchena, pero una vez que el propio juez dio un paso atrás decidió hacerlo.
Pablo Casado ha vuelto a subrayar que cuando accede al liderazgo del PP el proceso de renovación ya está en marcha, y ha reiterado también que no conocía a Marchena y que solo le ha visto una vez, en la recepción del 12 de octubre, cuando se lo presentaron tres periodistas.
Ha apuntado que respeta "tanto" la independencia judicial que asumió el "desgaste electoral y de partido" de este acuerdo avalando a una persona que ni siquiera conocía y permitiendo una mayoría que el propio Gobierno admitió que le favorecía.
Pero ha insistido en que fue el Ejecutivo el que puso el nombre de Marchena "en la picota" y el que además cambió nombres de vocales en plena negociación para "menoscabar" al PP.
En cualquier caso, ha insistido en que lo "nuclear" de todo este proceso es que había "rivalidades internas" dentro del Consejo de Ministros, entre los miembros con acceso al poder judicial, que llevaron a la citada filtración y que acabaron provocando el "descarrilamiento" del pacto.
También ha acusado al Ejecutivo de haber actuado con la clara intención de "tensar electoralmente al PP en plena campaña andaluza" y eso es, ha denunciado, "indecente".
Pablo Casado ha defendido su apuesta por cambiar el sistema de renovación del Consejo General del Poder Judicial porque el actual, ha señalado, "no ha dado la sensación de independencia judicial que los ciudadanos reclaman", una independencia que en cualquier caso, ha añadido, él no niega.