Mientras en España una de las prioridades del Gobierno es desenterrar a Franco bajo la premisa de que es "inconcebible" que exista un mausoleo a un dictador, el presidente Pedro Sánchez, visitó este lunes, con respeto reverencial, el mausoleo de Mohamed V, en cuyo libro de honor reafirmó la hermandad con Marruecos para seguir avanzando en la prosperidad de ambos países. "Al pueblo de Marruecos, con la esperanza de que la hermandad de nuestros pueblos nos permita construir y avanzar en la prosperidad de nuestras sociedades", escribió Sánchez.
La marroquí no es una monarquía parlamentaria ni Mohamed V fue un líder democrático que respetase las libertades de su pueblo, sino un déspota equiparable a dictaduras bastante más duras y totalitarias que la de Franco en España.
Según informa EFE, la visita al mausoleo de Mohamed V, donde se encuentran las tumbas de este rey y de Hasan II, abuelo y padre, respectivamente, de actual monarca marroquí, Mohamed VI, fue el primer acto de la agenda del jefe del Gobierno español en su visita a Rabat.
Acompañado de su ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y del embajador de España en Marruecos, Ricardo Díez-Hochleitner, Sánchez, como es preceptivo, se descalzó para acceder al mausoleo de Mohamed V. Allí depositó sendas coronas de flores con la bandera de España ante las tumbas de los dos monarcas anteriores a Mohamed VI.
Sánchez recorrió después la explanada de la Torre Hasán antes de desplazarse a la reunión prevista con el primer ministro marroquí, Saadedín Al Othmani, quien le había recibido ya a su llegada al aeropuerto de Rabat. Ambos ofrecerán una conferencia de prensa y compartirán un almuerzo de trabajo tras el cual el presidente del Gobierno será recibido por Mohamed VI.