Han pasado algo más de 48 horas y la calma no ha llegado del todo a la casa del presidente del PP de Cataluña. El pasado sábado, el coche de Alejandro Fernández apareció pintado con símbolos con una esvástica y las ruedas pinchadas. La mujer del popular fue la primera en encontrarse con el vehículo en estas condiciones en el parking de su domicilio privado, el líder del PP de Cataluña en esos momentos estaba de viaje, tal y como ha relatado en Es la tarde de Dieter.
Sobre estos hechos, Alejandro Fernández ha afirmado que "cuando te dedicas a la política sabes que en Cataluña pagas un peaje, que lo asumes. Pero hay determinadas cosas que van mucho más allá". Ha argumentado que "acepta" los insultos pero no que "entren en el parking de mi casa, me destrocen el coche y mi mujer lo vea". En esta línea, también se ha referido a sus hijas, explicando que para él es importante mantenerlas alejadas de la política: "Yo les explico que soy político pero no le hablo de ideologías, la infancia es sagrada".
Alejandro Fernández no ha querido dejar pasar la oportunidad de mandar un mensaje al ministro del Interior, Fernándo Grande-Marlaska, después de que este considerara un "suceso puntual" el ataque a la casa de juez Pablo Llarena la pasada semana. "Son capaces de aceptar cualquier cosa con tal de aguantar un minuto más en el poder. El decir que esto es un caso aislado yo creo que es porque no les ha pasado a ellos. Si les hubiera pasado no dirían que es un caso aislado", ha dicho el popular. Al tiempo, ha advertido de que estos grupos violentos independentistas se están "radicalizando".
En estos momentos, hay una investigación abierta para resolver lo ocurrido. El popular espera que caiga todo el peso de la ley sobre los culpables y les manda un mensaje rotundo: "Cataluña es nuestra tierra, una de las grandes tierras de España, y yo no me pienso ir. No me van a echar estos tíos".