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Arran reivindica a ETA para justificar sus ataques a Llarena

La organización vinculada a la CUP afirma que se identifica con unas palabras de Argala: "La violencia popular siempre es legítima".

Pintada en la casa de Pablo Llarena | Twitter de Arran

Primero fue la definición de Carles Sastre en TV3 como un "gran reserva del independentismo". Sastre había suscrito un manifiesto a favor de Mas semanas antes de que la CUP mandara al expresidente de la Generalidad a "la papelera de la historia", razón por la que fue largamente entrevistado. Nada se dijo ni se ha dicho en la televisión autonómica sobre el pasado de Sastre en Terra Lliure o que fue condenado por el asesinato del empresario José María Bultó, a quien adosó una bomba en el pecho.

Después vino el idilio del nacionalismo catalán con Arnaldo Otegi, un "romance" que se ha consolidado al punto de negociar Bildu con ERC y Puigdemont una alianza para las elecciones europeas cuyo único escollo es que el preso Junqueras no quiere saber nada de una candidatura en la que también figure el prófugo. Otegi, según los nacionalistas catalanes, es todo un referente, un "hombre de paz" al que se disputan en los medios públicos y subvencionados nacionalistas para que imparta doctrina sobre los elementos más relevantes del proceso separatista.

En ese caldo de cultivo opera la organización juvenil Arran, vinculada a la CUP y uno de los sustratos de los Comités de Defensa de la República (CDR) de los que tan orgulloso está el presidente de la Generalidad, Quim Torra.

Arran ha reivindicado esta semana dos ataques. El primero contra el domicilio en Sant Cugat del magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, instructor del sumario del golpe de Estado separatista y el segundo contra la comisaría de la Policía Nacional en Tarrasa. El primer "incidente" ha sido cuestionado por los partidos separatistas por sus efectos contraproducentes para la propaganda de la "revuelta de las sonrisas", pero eso no ha sido óbice para que los cachorros de la CUP saquen pecho de sus actividades de señalamiento y marcaje contra jueces, fiscales y políticos "unionistas", a los que consideran "enemigos del pueblo". La última víctima de los independentistas violentos ha sido el nuevo dirigente del PP catalán, Alejandro Fernández, cuyo coche ha sido pinchado y pintarrajeado con esvásticas y órganos sexuales masculinos.

Contra Ciudadanos

Arran no asume la autoría de este caso, pero a raíz de la denuncia de Ciudadanos por un delito de odio en relación al señalamiento del domicilio de Llarena, la organización ha reivindicado la violencia con unas palabras del etarra José Miguel Berañán Ordeñana, alias Argala. En una cadena de mensajes de Twitter contra Ciudadanos, partido al que acusan de "apuntar y disparar contra cualquiera que oponga resistencia, Arran afirma: "Hacemos nuestras las palabras de Argala: 'Los pueblos no practican la violencia por gusto de hacerlo. [..] La violencia popular es siempre defensiva frente a la violencia institucionalizada de la clase explotadora, y por lo tanto completamente legítima'".

De momento, los Mossos d'Esquadra no han practicado ninguna detención mientras que han sido grupos de voluntarios quienes se han encargado de la limpieza del portal del domicilio del juez y de la fachada de la comisaría de Policía Nacional en Tarrasa.

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