El Estado español sigue teniendo una deuda pendiente con las víctimas del terrorismo. Más allá de mayores o menores reconocimientos públicos, indemnizaciones por los daños causados o ayudas a las asociaciones en las que se agrupan, son todavía demasiados los asesinatos cometidos por terroristas en nuestro país que se mantienen impunes, es decir, que su autor material todavía no ha sido condenado en los tribunales.
Un estudio hecho público este miércoles por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) cifra el número total de asesinatos terroristas impunes en 378. La cifra incluye los asesinatos cometidos por la banda terrorista ETA, por los GRAPO y por células yihadistas. Estos datos serán remitidos tanto al fiscal encargado de la coordinación para los delitos sin resolver en la Audiencia Nacional, Marcelo Azcárraga, como al Defensor del Pueblo, según ha anunciado la asociación.
La gran mayoría de esos crímenes pendientes de resolver pertenecen a ETA, que mantuvo su actividad criminal durante 50 años y que ha acabado con la vida de 853 personas en nuestro país, pese a que los terroristas intentan borrar de su actividad sangrienta a más de un centenar de esas víctimas. Exactamente, se trata de 307 crímenes, el 81 por ciento de los que quedan pendientes de resolver y el 36 por ciento de los cometidos por la organización etarra.
Los GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) han matado en nuestro país hasta su total desarticulación por parte de las Fuerzas de Seguridad a 94 personas. De ellos, 37 se encuentran todavía pendientes de esclarecer, lo que representa el 10 por ciento del total de los asesinatos terroristas por resolver en nuestro país. En total, se desconoce el autor material del 35 por ciento de los crímenes de este grupo de ideología comunista.
El yihadismo tiene cifras similares a la de los GRAPO en términos absolutos: 34 asesinatos pendientes de resolver. Eso sí, hay que diferenciar dos casos totalmente diferentes. Los atentados de Barcelona y Cambrils de 2017, en los que fallecieron 16 personas, está todavía en su fase de instrucción, aunque sus autores materiales no podrán ser condenados por haber sido abatidos por las Fuerzas de Seguridad.
Caso diferente es el atentado cometido en 1985 en el cafetería El Descanso, en las cercanías de Torrejón de Ardoz (Madrid), el primero de carácter yihadista cometido en España, y en el que fallecieron 18 personas. Todas las pistas apuntan a que fue cometido por el grupo Yihad Islámica (tanto ETA como los GRAPO lo reivindicaron inicialmente para retractarse después), pero nadie fue condenado por la comisión del atentado.
El estudio elaborado por la AVT cifra el número de víctimas por el terrorismo en nuestro país en 1.175 –no incluye los ciudadanos españoles fallecidos en actos de este tipo fuera del territorio nacional–. De ellos, el 73 por ciento han sido cometidos por los terroristas de ETA, el 19 por ciento por células yihadistas y el 8 por ciento por los GRAPO.