Cayetana Álvarez de Toledo titula la crónica en El Mundo. "Escatología en Alsasua". "Alsasua es una granja de odio dejada de la mano del Estado. Ayer los energúmenos lanzaron piedras a Albert Rivera. Sin embargo, también en Navarra, la auténtica escatología es la del PSOE", un partido echado a perder. "El Partido Socialista Obrero Español ha dejado de ser un actor constitucionalista. Se ha convertido en un partido ultra. Hay que asumirlo. Solo desde una nostalgia senil se puede seguir albergando alguna esperanza en sus siglas". El editorial denuncia el "silencio cómplice de los barones", que, "una vez asaltado el poder por Pedro Sánchez", ha hecho mutis por el foro y dejan a su líder hacer y deshacer –mas bien deshacer– a su antojo. "Se convierten así en cómplices necesarios de Sánchez y su desleal estrategia, que no es otra que la pura supervivencia en La Moncloa". "Con su irresponsable inactividad, los barones socialistas han alimentado la traición de Sánchez al Estado". También Federico Jiménez Losantos denuncia la traición socialista "al Estado y a los españoles solo para tirarse unos meses más calentando la poltrona, mientras llega Pablenin a fusilarnos a todos".
El País limita a un sumario en portada lo sucedido en Alsasua. "Gritos e insultos en Alsasua durante la manifestación de Ciudadanos". Pedro Gorospe no menciona en su crónica la miserable actitud de los socialistas, pero sí nos cuenta lo buenos, pacientes y pacíficos que son los filoetarras. "Un cordón formado por vecinos del municipio", que el día anterior reclamaron serenidad "y no caer en la provocación de los organizadores", se colocó "con petos verdes entre los radicales de distintos grupos para evitar que los extremos de unos y otros cruzaran algo más que insultos en entre ellos". Vamos, que para El País lo mismo es Rivera que el carnicero de Mondragón. Al fin y al cabo Sánchez necesita al partido de ETA para gobernar.
ABC: "El PSOE arremete contra el acto a favor de España en Alsasua". Dice el editorial que el PSOE ya no es un partido fiable. "El PSOE prefirió ayer coincidir con los proetarras encapuchados que insultaban antes que con quienes acudieron a defender, a cara descubierta, la España constitucional y a la Guardia Civil". "El PSOE se ha convertido en una caricatura del partido que fue, olvidando que muchos militantes fueron asesinados precisamente por defender valores como los que ensalzaron ayer otros partidos en Alsasua". Ya, pero eso era antes de que Pedro Sánchez necesitara los votos filoetarras para vivir en La Moncloa. Luis Ventoso tampoco tiene ya ninguna duda. "El Partido Socialista se alía indefectiblemente con los enemigos de España". Ayer, "le faltó tiempo para poner a parir… ¿a los ultras separatistas que acosaban a los españolistas? No: a los convocantes del acto, a los que acusaron de agitar el odio y avivar agravios". Ander Gil seguro que se quedó con las ganas de tirar alguna piedra a Rivera. Gabriel Albiac anda un poco despistado. "El juego suicida de Sánchez: mantener domicilio en Moncloa, a cambio de borrar al PSOE del mapa político (…) Es hora de que el PSOE reaccione". Gabriel, del PSOE ya no quedan ni las raspas.
La Razón titula: "Alsasua: miedo a la liberad". Marhuenda también considera "reprobable la reacción del portavoz socialista Ander Gil, descalificando a los partidos constitucionalistas, a los que llega a acusar de avivar conflictos y agravios entre lo españoles, en lugar de fomentar la convivencia. Convivencia que, por lo que dan a entender sus palabras, debe pasar por el silencio y comportamiento discreto y sigiloso de quienes no piensan lo mismo que los batasunos y sufren las correspondientes represalias en sus bienes y negocios si se enfrentan abiertamente al pensamiento único. No podemos aceptar que la convocatoria de un acto público legal, incluso de un mitin electoral, no pueda celebrarse en el norte de Navarra, o en cualquier otro lugar de la geografía española. Ejercer los derechos de reunión, de expresión y de difusión de ideas, principios y valores amparados por la Constitución nunca puede ser considerado un ataque a la convivencia ni una provocación. Tratar de impedir el ejercicio de la libertad, por el contrario, es tiranía". Al PSOE se le ha calado hasta el tuétano la vena dictatorial de sus socios. Como dice el refrán español, dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición.
La Vanguardia también habla de Alsasua. "Tensión en Alsasua. Albert Rivera protagonizó ayer en Alsasua un homenaje a la Guardia Civil y en pro de la unidad de España al que se sumaron PP y Vox, y que originó protestas, despliegue policial y escenas de tensión". El día a día en Cataluña.