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Las listas electorales en Andalucía: batalla en el PP y 'ordeno y mando' en PSOE, Cs y Adelante Andalucía

Salvo milagro, la presencia de Moreno Bonilla al frente de los populares andaluces se hará más difícil; en el PSOE, el sanchismo ha quedado laminado.

Salvo milagro, la presencia de Moreno Bonilla al frente de los populares andaluces se hará más difícil; en el PSOE, el sanchismo ha quedado laminado.
Pablo Casado, con Juan Manuel Moreno Bonilla | EFE.

El único partido donde la negociación interna ha sido dura es el PP andaluz. Es natural porque tras la victoria de Pablo Casado en las primarias nacionales, Juan Manuel Moreno, presidente del PP andaluz y reconocido sorayista, quedaba como La Chata de Cái, con el apoyo de Javier Arenas y su grupo de Sevilla, pero sin ayuda nacional y con fuerte oposición interna. La batalla ha sido inclemente y Casado ha mostrado el camino del futuro a más de uno nada más terminen las elecciones.

Ese futuro será más o menos cruento, según los resultados. Pero de hacer caso a las encuestas de que se disponen, el PP andaluz, salvo milagro o extraordinaria campaña de Casado, bajará en número de escaños por lo que la presencia de Moreno Bonilla al frente del PP y en cualquier otro puesto relevante, se hará más difícil.

En los demás partidos andaluces que destacan en estas elecciones, el ordeno y mando ha sido la norma. En el PSOE, el sanchismo ha quedado laminado a pesar de que Susana Díaz tiene cada vez menos capacidad de maniobra. No la tendrá del todo en las próximas elecciones municipales donde tiene puesta la vista el delegado del Gobierno en Andalucía y sanchista de pro, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y no digamos nada de las futuras generales. Son los últimos mohines decadentes de una trianera que tuvo en sus manos dirigir el PSOE nacional.

En Ciudadanos, la lista no depara sorpresas destacables con la repetición de seis de los ocho diputados actuales y, para aviso a navegantes, expulsa de la formación a quien denunció fraude electoral en las primarias del partido en Málaga.

Adelante Andalucía, aunque con varios censos de electores, sólo presentó una lista por lo que la "oficialidad" de Teresa Rodríguez, que anula cada vez más a Antonio Maíllo, el coordinador de Izquierda Unida, se ha impuesto.

La batalla del PP andaluz

Si antes de la convocatoria anticipada de elecciones en Andalucía, el presidente del PP andaluz controlaba sólo una parte de Andalucía, ahora apenas controla nada ya y, sobre todo, no puede ser ya el amo del futuro. Por si fuera poco, su aliado circunstancial, Javier Arenas, sobre todo en Sevilla, ha sido severamente castigado por Pablo Casado y Juan Ignacio Zoido en la persona de su máxima confianza, Patricia del Pozo, que ni aparece ya en las listas habiendo sido nada menos que miembro de la Mesa del Parlamento y número 2 por Sevilla en 2015.

La derivación ha consistido en proponer a del Pozo como candidata a presidenta de la Diputación, pero es sabido que el PSOE domina la institución hace 40 años y que es prácticamente imposible que se diera tal carambola ni con ayuda externa de otros partidos.

Tampoco aparece ya en la lista Jaime Raynaud, amigo de Javier Arenas y durante mucho tiempo su auxiliar técnico fundamental en el Parlamento andaluz. Junto a Raynaud, desaparece Macarena O’Neill, la mano experta de Arenas en cuestiones parlamentarias.

Frente a ellos se agiganta de nuevo la figura de Zoido, número 1 de la lista y, aunque la polémica presidenta sorayista de Sevilla, Virginia Pérez, ha conservado el número 2, tiene aliados como Alicia Martínez, amiga de Zoido, y Juan Bueno, ex cospedaliano y ex presidente provincial vinculado a Zoido. O sea, que, de los cinco primeros espadas de la lista, tres son afines a Casado.

Una importante batalla se ha dado en Cádiz donde el antiguo secretario general de Javier Arenas, Antonio Sanz, ha perdido el número 1 en favor de Casado, pero ha logrado marginar de los puestos de salida a la casadista Teresa Ruiz Sillero, la enérgica y trabajadora diputada andaluza que destapó el escándalo de las tarjetas sex-black en la FAFFE y que ha sido azote del PSOE en las Comisiones de Investigación sobre los ERE y la formación.

Fuentes del PP de Cádiz han dicho a Libertad Digital que le han prometido un puesto de salida en el futuro Senado, cuando se convoquen elecciones generales, pero el futuro nunca es cómo se promete y con esta decisión el PP pierde a una de sus más trabajadoras y eficaces parlamentarias andaluzas.

Lo cierto es que la vuelta del primer portavoz del Senado, el alcalde de Vejer, José Ortiz, casadista de pro -un retorno inexplicado que se atribuye a su falta de experiencia nacional-, que ha logrado ocupar el número 1 por Cádiz, ha permitido que la dirección gaditana, contraria a Casado, haya destacado en puestos relevantes a dos mujeres hostiles a Casado, Ana Mestre y Pilar Pintor, con lo que Sillero, por el efecto cremallera paritaria, ha tenido que descender hasta el número 6, una mala posición.

Antonio Sanz, que fue coordinador de la campaña de Soraya Sáenz de Santamaría y propuesto por Arenas como número 3 de Génova tras la que suponía inminente victoria de la ex vicepresidenta del gobierno, tendrá que esperar a las generales a ver si encuentra acomodo.

De todos modos, en el antiguamente poderoso PP de Cádiz, donde Antonio Sanz y Teófila Martínez, juntos, pero nunca revueltos, dirigieron el cotarro durante años, los números 1 y 3 han resultado ser fieles a Pablo Casado. Además de Ortiz, hay que añadir la figura de Alfonso Candón –ahora diputado en el Congreso–.

En Málaga, provincia de origen de Juan Manuel Moreno, donde gobierna la Diputación su portavoz oficial, Elías Bendodo, la presencia de Casado se ha hecho notar. Moreno va –otra cosa hubiera sido escandalosa-, en primera posición, pero en los puestos dos y tres se sitúan Esperanza Oña y Miguel Ángel Ruiz, dos partidarios del cambio en la dirección regional del PP y fieles a Casado.

Moreno ha tenido que emplearse a fondo para imponer a algunos de sus fieles porque otra de sus afines, Carmen Crespo, que fue Delegada del Gobierno en Andalucía, ha sido relegada al número tres en la provincia de Almería a pesar de que hasta ahora ha sido la portavoz parlamentaria del partido. Sabido es que el PP de Almería se alineó con Casado frente a lo que todos esperaban por su especial relación con Javier Arenas. La consecuencia ha sido que la senadora casadista Maribel Sánchez encabeza la candidatura.

Moreno ha preferido defender con uñas y dientes a Loles López, su secretaria general, como número 1 por Huelva; a Marifrán Carazo en el mismo puesto para Granada y a Maribel Lozano en Jaén, una provincia donde el PP está dañado y dividido tras las primarias internas. Con todo, su pelea más extrema ha sido por colocar a su portavoz, Toni Martín, como número 3 por Sevilla.

Las bajas principales de Casado han sido Ana Vanessa García, relegada al puesto número tres por Granada, Guillermo García de Longoria –víctima relevante por ser esposo de Juana Carrillo que está en la Junta Directiva nacional de Pablo Casado– y el cordobés Miguel Ángel Torrico.

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