La tensión ha llegado a su cénit este miércoles en el Congreso. En el primer gran debate parlamentario de Pablo Casado como líder del PP, el líder de la oposición hizo saltar las alarmas del Gobierno al acusarle de ser "partícipe y responsable del golpe de Estado" en Cataluña. Una acusación que el presidente, Pedro Sánchez, le instó a rectificar calificándola de "lamentable".
Las apelaciones fueron reiteradas durante el debate del Consejo Europeo durante el cual el jefe del Ejecutivo acusó al líder de la oposición de "llenar de ignominia" al PP. Pero las críticas se extendieron hasta la posterior sesión de control. "Retire usted esa acusación, señor Casado. Retírelas. ¿Las mantiene? ¿Si o no? Si las mantiene, usted y yo no tenemos nada más que hablar".
El ultimátum sonó con fuerza en un Hemiciclo donde el líder del PP no se retractó de sus palabras, lo que motivó la posterior y nueva petición en los pasillos del Congreso: "Es él quién tiene que aclararlo",se limitó a decir el presidente del Gobierno. Por su parte Casado, también en los pasillos de la cámara baja, respondió al presidente acusándole de "caer en la victimización" lo cual conlleva "perder el debate dos veces".
Palabras tras un debate bronco y duro en el que Sánchez exigió a Casado que "no insulte, no difame, no calumnie" y que, en su lugar, "haga oposición" y le acusó de "alimentar el discurso de la extrema derecha de VOX" con sus acusaciones alejadas del centro derecha al que representa el PP.