Nuevo espectáculo internacional de Quim Torra, que ha viajado hasta Ginebra para pronunciar una conferencia en el Global Studies Institute de la ciudad suiza en la que no ha dejado títere con cabeza. De entrada ha exigido una mediación internacional y ha reprochado a los actores políticos europeos que no hayan intentado frenar a los poderes del Estado español en su supuesta deriva antidemocrática. Según Torra, que España rechace las injerencias no debería ser excusa para que centros, instituciones o políticos internacionales se abstengan de tener un papel activo en la resolución del contencioso separatista.
Torra ha cargado contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien ha tildado de "colaborador necesario de la represión" y "protector de un Rey que en lugar de ser árbitro se ha comportado como un hooligan". "Vivimos en la Europa del siglo XXI y no vamos a tolerar el renacimiento de la inquisición española", ha añadido el representante de Puigdemont. Anunció además que si no hay mediación y el Gobierno se niega a negociar un referéndum, optarán otra vez por la vía unilateral.
En cuanto a los presos y fugados, aseguró que el poder judicial en España no ha hecho una transición democrática, al igual, a su juicio, que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Torra ha defendido que la mayoría de la población catalana quiere un referéndum, ha puesto a Suiza como ejemplo de prácticas referendarias y ha lamentado que el ejecutivo catalán no pueda promover la secesión. "Si no hay una vía pactada, seguiremos promoviendo el ejercicio de la autodeterminación sin permiso de Madrid", apuntó también.
Torra sigue con sus arengas y amenazas, al margen de las negociaciones abiertas por el Gobierno con los separatistas y de la distensión que preconiza Sánchez. No hay atisbo de apaciguamiento por parte de Puigdemont y su entorno, sino una intensificación de la campaña internacional de descrédito de España, soflamas constantes contra los jueces y el Rey y peticiones de movilización a la ciudadanía en caso de que las sentencias por el golpe de Estado sean condenatorias.