La ministra de Justicia, Dolores Delgado, se siente una "víctima" de Villarejo. Así lo ha asegurado este miércoles durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso en la que también ha llegado a decir que ella "no ha presenciado la comisión de ningún delito", a pesar de que el comisario de las cloacas le confesó que había creado una red de prostitución para extorsionar políticos. No ha convencido a la Cámara, especialmente a los diputados populares que han acabado pidiéndole a gritos que "dimita".
Antes, y hasta en dos ocasiones, diputados del PP han cuestionado a la titular de Justicia por su relación con Villarejo. El primero ha sido Javier Maroto que ha pedido a Delgado que diga si "está en posición de ser chantajeada". Aunque la exfiscal ha comenzado afirmando que no, ha continuado quejándose de que ella es una "víctima".
"No se puede hacer una utilización política de un chantaje al Estado, del que yo soy víctima. No se debe admitir ese chantaje y no se puede revictimizar a la víctima de ese chantaje. Chantajear es difamar, verter mentiras, expandir grabaciones ilegales, conversaciones manipuladas. Pero chantajear también es seguir la lógica que el chantajista quiere", ha afirmado.
Negaciones y gritos
Tras Maroto, el también popular José Antonio Bermúdez de Castroha realizado la segunda pregunta de la mañana sobre este asunto: "¿Considera la ministra de Justicia que todo ciudadano tiene la obligación de denunciar un delito del que tenga conocimiento?". "Pase lo que pase", ha proseguido el diputado del PP, "desde el punto de vista judicial con esas conversaciones tabernarias, lo que está claro es que usted no puede formar parte ni un minuto más de un Gobierno que se declara feminista. Cuanto antes dimita, mejor para todos".
Ha sido en ese momento cuando Delgado ha afirmado que no presenció "la comisión de ningún delito ni asistió a ningún hecho que tuviera que denunciar". "Llevó décadas dedicada a perseguir delitos. Sé distinguir perfectamente lo que es un delito de lo que no lo es", ha dicho, tras recordar que hay un procedimiento abierto sobre "unas grabaciones ilícitas y manipuladas". Grabaciones en las que Villarejo confiesa a la actual ministra de Justicia en un almuerzo con altos mandos que creó una suerte de prostíbulo con el que sonsacaba información a empresarios y políticos. "Éxito garantizado", contestó ella. También cabe recordar que en las mismas grabaciones, la ministra habló de relaciones de jueces y fiscales con menores en Colombia.
Esta negación de conocimiento de delito ha provocado que en ese momento, los miembros de la bancada popular, a gritos en el Hemiciclo, le pidieran su dimisión.
Pero el calvario de la ministra no acaba aquí en el día de hoy ya que este miércoles por la tarde tendrá que comparecer ante la Comisión de Justicia del Congreso para explicar detalladamente su relación con Villarejo.