Albert Rivera se ha plantado este domingo en medio de la plaza de San Jaime para lanzar un duro discurso contra el separatismo y la actitud contemplativa del Gobierno de Pedro Sánchez, a quien acusa de haber abandonado a los catalanes constitucionalistas a su suerte para amoldarse a las exigencia de sus socios nacionalistas.
Los partidos constitucionalistas llegan divididos al primer aniversario de la histórica manifestación a favor de la unidad de España del 8 de Octubre, cinco días después del medido y preciso discurso de Felipe VI frente al golpe de Estado. Los policías y guardias civiles desplazados en Cataluña eran acosados en sus alojamientos y tratados como perros. Los alcaldes, presionados por las entidades separatistas, presionaban a su vez a los hoteleros de la costa para que no alojaran a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En medio de una creciente escalada de tensión, la manifestación alteró definitivamente el tablero catalán. Nadie, ni mucho menos los organizadores, se esperaban que un millón de personas acudieran al llamado de Sociedad Civil Catalana (SCC).
Un año después, los socialistas gobiernan en la Moncloa y tratan de templar gaitas con ERC y el entorno de Puigdemont, Rajoy ha sido barrido de la escena en favor de un nuevo liderazgo en el PP y Ciudadanos mantiene un discurso de firmeza.
Rivera, en zona CDR
Ha sido imposible que los tres partidos, bien representados en SCC, se pusieran de acuerdo para una manifestación en la calle. Ciudadanos, a través de la plataforma "España Ciudadana", ha hollado territorio sagrado separatista, la plaza de San Jaime, donde se emplazan el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalidad. Los Comités de Defensa de la República (CDR), tan activos en los días pasados, no han hecho acto de presencia esta vez ante la "provocación" de Rivera. La plaza estaba despejada. Se extinguió la acampada por la república y los "comandos" de Torra han entrado en modo "sonrisas" tras el coste propagandístico de las arengas de Torra y el intento de asalto al Parlament para celebrar el 1-O. La Guardia Urbana cifró la asistencia a la convocatoria naranja en mil personas. La organización en 2.000. La plaza estaba llena de banderas españolas y paraguas.
Críticas a Sánchez y 155
Rivera ha asegurado que "ante un golpe de Estado continuado, el Gobierno ni está ni se le espera". También ha repasado la semana negra separatista que inició Torra con su llamamiento a los CDR para que "aprieten". Era la felicitación por haber cortado el AVE en Tarragona, las principales calles de Barcelona y decenas de carreteras en toda Cataluña. "Tenemos grabadas en la retina las imágenes de Torra felicitando a los CDR y animándoles a apretar y vaya si apretaron, rodearon el Parlament e hirieron a decenas de mossos".
El líder de Ciudadanos ha reiterado que se debe aplicar el artículo 155 en "porque el garante de la Constitución en Cataluña trabaja para derribarla". Además ha tenido palabras de agradecimiento al Rey por su discurso del 3 de octubre del año pasado.
A poca distancia de la plaza de San Jaime, en un hotel del Paralelo se reunían unas trescientas personas para celebrar en un acto casi "íntimo" la gran manifestación española en Cataluña del año pasado. Habían sido convocados por Sociedad Civil Catalana (SCC) en lo que se convirtió en un homenaje a los voluntarios de aquel día, a los que controlaron la seguridad y la logística de la histórica manifestación y a los ciudadanos que secundaron aquella convocatoria. En menos de una semana, a través de las redes sociales y con la hostilidad manifiesta de la práctica totalidad de los medios de comunicación de Cataluña, lograron una gesta histórica.
Los tres partidos que se definen como constitucionalistas han enviado representantes al acto. Juan Carlos Girauta por Ciudadanos, Salvador Illa y Anna Balletbó del PSC y Xavier García Albiol, Ángeles Esteller y Sergio Santamaría, del PP, fueron algunos de políticos presentes, así como la plana mayor de SCC con Alex Ramos, Miriam Tey y su presidente, José Rusiñol, entre otros. Además de voluntarios y ciudadanos anónimos, hablaron Francesc de Carreras, el exfiscal Carlos Jiménez Villarejo, la catedrática de constitucional Teersa Freixes y Pere Lluís Huguet, presidente de Llibertats, una entidad de juristas contrarios a los atropellos nacionalistas.
En el acto también estuvo un grupo de mossos de paisano que ha sido ovacionado por el público. Todavía se escuchan los ecos de los aplausos de más de cuatro mil mossos vestidos de negro a su paso, ayer sábado, por la Jefatura Superior de Policía de la Vía Layetana.
El presidente de la entidad civil constitucionalista, José Rosiñol, advirtió a los dirigentes separatistas que SCC se volverá a movilizar en el instante en que se salten la ley y pidió la dimisión del presidente regional por alentar la violencia de los CDR.