Unos cincuenta miembros de los Cuerpos de Brigadas de Limpieza (CBL), conocidos por quitar de las calles de los municipios catalanes los lazos amarillos independentistas, se han desplazado este viernes a Madrid para pedir, ante el Ministerio de Transición Ecológica –a las diez– y ante la sede de Greenpeace –una hora después–, que se sancione la colocación masiva de estos plásticos en el mobiliario público, consideraciones políticas al margen –al menos, de primeras–, por contaminantes.
Financiados por el empresario José Manuel Opazo –el impulsor de la manifestación constitucionalista del pasado 9 de septiembre–, los CBL han traído a la capital del Reino, en un camión de tres toneladas y media, más de 1.500 kilos de plástico, el equivalente al material recogido durante dos semanas. Tanto en el citado ministerio como en la sede de Greenpeace, han entregado sendos documentos en los que exigen a las autoridades que cumplan "la normativa medioambiental" y piden a las "organizaciones ecologistas (que) se posicionen defendiendo la erradicación de plásticos amarillos, tal como solicitan en sus campañas".
Todos los brigadistas portaban monos blancos con capucha; algunos, mascarilla y gafas de sol. Custodiaban unos sacos de runa, con el logo de Leroy Merlin, llenos de lazos amarillos. No sólo son trozos de plástico. Algunos tienen sorpresa. Miguel Ángel detallaba a LD: "Los hay de caucho, los hay con trampa, los hay con tochos, con pesos de kilo y medio que, si te cae en la cabeza, te mata, con trampas, con alambre, con pintura dentro…". Carolina complementaba: "Algunos están rellenos de mierda, otros de piedras, otros tienen pinchos… Para ellos –los nacionalistas–, nosotros no somos humanos, somos feixistas y, contra los feixistas, según ellos, vale cualquier cosa".
Otra brigadista, Lourdes, contaba que los nacionalistas "ponen vigilancia toda la noche" a los CBL, "pagan a tíos para que vigilen. En menos de cinco minutos, vienen veinte para increparte". Miguel Ángel agregaba: "Las posiciones se están radicalizando. Ellos se están radicalizando, pero nosotros nos estamos radicalizando en cierta manera: cada vez hay más gente poniendo lazos y más gente quitando lazos. En vez de salir una vez a la semana, salimos cinco. Y saltan más chispas". Carolina nos decía que, cuando los independentistas se enteraron de que formaba parte de estas brigadas, "empezaron a acosarme en mi muro de Facebook, tuve que cerrar mi página de trabajo, cambiar mi nombre. Hay gente a la que han metido en un listado de los catalanes malos. Lo llaman la Lista de Schindler".
Lo que dice Greenpeace
En la sede de Greenpeace, el portavoz de Els Segadors del Maresme –uno de los grupos de limpieza–, José Casado, decía en declaraciones a los medios, lazo en mano, que "esto es un plástico y un elemento de marcaje. No es un elemento reivindicativo de que hay presos políticos. La gran mayoría de los catalanes no pensamos que hay presos políticos. Nosotros creemos que hay golpistas en prisión por saltarse la Constitución Española, la misma que juraron para ostentar su cargo público". "Ellos tienen más insistencia y si nosotros quitamos uno, ellos nos ponen diez, y nosotros quitamos diez", agregaba.
A las doce, bajó a la calle una portavoz de la organización ecologista, Celia Ojeda. Casado le entregó un dossier para que viera "la situación que estamos viviendo en Cataluña", y le reprochó que "una plataforma ecologista como Greenpeace esté dando la espalda" a la región.
Ojeda le respondió diciendo que "no entramos a valorar si los plásticos son de un color político u otro, sino que la situación de los plásticos de un solo uso es muy problemática y consideramos que todos los gobiernos tienen que actuar para eliminarlos". "Estamos trabajando con el Gobierno para que apruebe una directiva en la que se prohíba el uso de estos plásticos. Una vez aprobada, se tomen medidas contra esas personas, empresas y corporaciones que utilicen plásticos de un solo uso, y se invierta en envases reutilizables", remató.
Los CBL volcaron un saco para que la ecologista viera la cantidad de plástico que había en él. Al rato, volvieron a recoger los lazos y metieron toda la basura en un camión.