La Asamblea por una Escuela Bilingüe y la Agrupación de Enseñanza de Sociedad Civil Catalana han denunciado en un informe al que ha tenido acceso el diario El Mundo las "prácticas irregulares y sectarias" del nacionalismo en el sistema educativo catalán tras el 1 de octubre.
"No hay clase porque la Policía ha roto el colegio", fue una de las cosas que se dijeron a los alumnos que no pudieron acudir a las aulas el lunes 2 de octubre de 2017. Se da la paradoja de que esta frase se dijo en la escuela Les Mèlies de Vilafant (Gerona), donde pudo votar todo el que quiso sin que interviniera la Policía. "La Policía es mala, excepto los Mossos", se dijo a los niños.
En otro instituto, un profesor de Sociales aludió a la falta de democracia en España porque "han metido en la cárcel a gente de bien que son presos políticos". En otros se hicieron dibujos donde se presentaba a Cataluña como víctima de la represión del Estado.
Demuestra el informe que en los días posteriores al referéndum ilegal hubo profesores que "vulneraron los principios de neutralidad, objetividad e imparcialidad" que deberían tener funcionarios públicos.
Recuerdan que, a pesar de que el Tribunal Constitucional prohibió la consulta, se abrieron al menos 162 colegios, que se llenaron de menores con la excusa de realizar actividades lúdicas. También denuncian la "victimización" que se hizo tras las cargas policiales y que profesores de Sant Andreu de la Barca y La Seu d´Urgell arremetieron contra hijos de guardias civiles acusándolos de incitar al odio.
También las escuelas católicas participaron en el referéndum ilegal. La Fundación Vedruna, que congrega a 34 colegios de las Hermanas Carmelitas de la Caridad, pidió por carta a los profesores que leyeran un manifiesto a los alumnos criminalizando a las Fuerzas de Seguridad del Estado. Una tutora de uno de estos colegios llegó a decir a los alumnos que "el Rey de España es una persona mala".
La escuela pública, como es obvio, no se quedó atrás. El director de un instituto de Parets (Barcelona) reconoció en las redes sociales que no reconocía más autoridad que el "legítimo Gobierno de Cataluña".
Un años después la cosa no ha cambiado. "Ahora siguen haciendo lo mismo que sucedió hace un año, sin que este Gobierno tampoco haga nada. Los últimos tuits dejan claro que están montando fiestas con niños en colegios para reivindicar el 1-O", afirma Nuria Plaza, coordinadora de la Agrupación de Enseñanza de Sociedad Civil Catalana y vocal de la Junta Directiva de este colectivo. "Duele ver cómo utilizan y manipulan a los niños, es algo obsceno y execrable", sentencia.