Las peripecias de Baltasar Garzón como abogado encuentran este viernes un nuevo capítulo. Según publica El Confidencial, el juez inhabilitado por las escuchas ilegales a los investigados del caso Gürtel se ofreció a Sandro Rosell para que la Audiencia Nacional decretara su libertad provisional. Quien fuera presidente del FC Barcelona permanece en prisión preventiva desde mayo de 2017, cuando fue detenido en el marco de la Operación Rimet como supuesto líder de una organización criminal para el saqueo de los fondos de la retransmisión de partidos y publicidad de la selección brasileña de fútbol y posteriormente el blanqueo y reparto de capitales.
El ofrecimiento se produjo el pasado junio, tal y como relata El Confidencial, solo unos días después de que la fiscal Dolores Delgado, amiga íntima de Garzón, se convirtiera por gracia de Pedro Sánchez en nueva ministra de Justicia. El bufete de abogados que conduce la defensa de Rosell, Molins & Silva, aceptó la oferta y encargó únicamente al exmagistrado la pieza de situación personal, en la que se deciden las medidas cautelares.
Rosell había intentado por todos los medios la salida de Soto del Real, sin éxito. Fue entonces cuando atendió el acercamiento de Garzón, después de un año encerrado y más de una decena de recursos rechazados por sus "fuertes vínculos y contactos personales y económicos en el extranjero, pues su actividad profesional la realizaba mayoritariamente fuera de España". Incluso con todos sus bienes embargados y su mujer Marta Pineda, también procesada, viviendo de la "caridad" según la defensa.
Garzón se presentó como la única alternativa viable para las pretensiones de Rosell. Tanto que uno de los letrados de Molins & Silva, el exfiscal de la Audiencia Nacional Juan Barallat, comunicó poco después el cambio en la defensa, aunque solo en una pieza, un método muy poco habitual en el mundo de la abogacía.
Sin embargo, el procesamiento el 29 de junio de la supuesta organización criminal al completo –Rosell y cinco colaboradores, entre ellos, su mujer– trucó los planes. La Fiscalía pide para el expresidente del Barça 11 años por el lavado de 20 millones.
El trabajo de Garzón quedó paralizado a la espera de la fecha de apertura de juicio oral. La Justicia accedió únicamente al traslado del sospechoso de Soto del Real a la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires, cerca de su domicilio en Barcelona.