Los Mossos d'Esquadra están hartos de las promesas incumplidas de la consejería de Interior, de la inseguridad jurídica que acarrean las órdenes políticas que reciben, de la falta de personal y por no haber cobrado aún las horas extras relacionadas con el operativo que desplegó la Generalidad para el referéndum ilegal del 1-O. Organizados a través de grupos de Telegram y Whatsapp, una nueva asociación de agentes llamada "MosS.O.S" ha convocado una protesta frente a la consejería que ha mantenido las calles del entorno cortadas desde las ocho de la mañana hasta las dos del mediodía.
Los sindicatos se han apuntado a la movilización convocada por estos agentes, que denuncian un importante deterioro de sus condiciones de trabajo y, en consecuencia, de la seguridad ciudadana, así como la dilación de la administración autonómica a la hora de pagar las horas extras. Según los Mossos, la cifra de 16.500 agentes es insuficiente para asumir todos los operativos antiterroristas y de seguridad ciudadana en los que está implicado el cuerpo autonómico.
"Uniforme" negro
Vestidos de negro para subrayar el carácter apolítico de la protesta, alrededor del millar de mossos que se manifestaban frente a la consejería han abucheado a un grupo de funcionarios que ha salido de las dependencias a gritar consignas a favor de los golpistas presos. La utilización de petardos en la manifestación ha causado una quemadura superficial en la espalda a un fotógrafo del diario independentista Ara.
El consejero de Interior, Miquel Buch, que celebraba una reunión del "Consejo Policial" en el edificio, ha prometido que el impago de las horas extras del 1-O se subsanará en breve y se ha muestro dispuesto a negociar el resto de las peticiones de los agentes. Los agentes agrupados bajo la iniciativa de "MosS.O.S." han advertido que continuarán con las movilizaciones emprendidas este lunes.