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Pedro Sánchez desconcierta a los suyos manteniendo a Montón en un intento de zanjar el clamor interno

El presidente sostiene de forma tibia a su ministra de Sanidad que "ha hecho un trabajo extraordinario y lo seguirá haciendo".

El presidente sostiene de forma tibia a su ministra de Sanidad que "ha hecho un trabajo extraordinario y lo seguirá haciendo".
Pedro Sánchez contesta sobre Carmen Montón | EFE

Desconcierto. Es el estado de ánimo que define al PSOE después de que el presidente del Gobierno haya decidido sostener a su ministra de Sanidad, Carmen Montón, tras el escándalo de su máster universitario. "Carmen Montón está haciendo un trabajo excepcional y lo seguirá haciendo", ha dicho en los pasillos del Senado tras ser preguntado si descarta la dimisión de la ministra: "Creo que he sido claro. Es lo único que puedo decir como presidente del Gobierno".

Una claridad inexistente para las múltiples voces que en las últimas horas habían exigido el cese de Montón por considerar que era "insostenible" su permanencia en el Ejecutivo tras las contradicciones en las versiones ofrecidas por ella misma a eldiario.es y por la información sobre la supuesta falsificación de las notas del máster. "La opinión generalizada es que dimite hoy", aventuraron fuentes socialistas a Libertad Digital tras la reunión del grupo socialista.

El rumor recorrió los corrillos del Congreso y el Senado a primera hora de la tarde antes de que compareciera el presidente. Según algunas fuentes, llegó incluso a oídos de la afectada, Carmen Montón, quien asumió su destino con resignación: "Pues si me van a dimitir, que me dimitan", comentó a su equipo de colaboradores. La ministra también fue foco de peticiones de dimisión en, al menos, dos grupos de whatsapp de disputados socialistas en los que se encontraba la aludida.

Pero todo cambió con la intervención de Sánchez en el Senado. En los pasillos de la Cámara alta, no hubo ningún ministro que se atreviera a responder a la pregunta ni a tirar de argumentario defendiendo la posición del presidente. Los mismos dirigentes que en las últimas horas exigían un cese "fulminante" de Montón enmudecieron mientras otros se preguntaban "¿qué ha querido decir el presidente?" con una declaración tibia en la que evitó mostrar toda su confianza en la ministra de Sanidad y descartó una dimisión en las próximas horas.

Zanjar el debate interno

Según fuentes cercanas, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha querido mandar dos mensajes. El primero, en clave interno para dejar claro que "los tiempos los marco yo". Toque de atención a aquellas voces autorizadas de la Ejecutiva que, en privado, se han mostrado partidarias de una dimisión. En esta clave es en la que se produjeron este martes dos declaraciones. La primera, la de la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra; y la segunda, la de José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE y una de las figuras con más predicamento del Gobierno. Mano derecha y mano izquierda de Sánchez tuvieron que cumplir con su función orgánica y frenar un debate en auge.

El intento por zanjar el clamor interno se produjo por orden de Moncloa. De hecho, el también ministro de Fomento, José Luis Ábalos, acudió al Congreso expresamente a hacer ésa declaración sin tener previsto ningún acto en la agenda parlamentaria. Ninguno de los dos descartó la dimisión pero se encargaron de mandar el mensaje a los suyos de que Carmen Montón "cuenta con el respaldo del Gobierno y el Gobierno cree en las explicaciones que está dando". Traducido: que no hay carta blanca para menoscabar ni dar por terminada su figura política en el Ejecutivo.

Un pulso al 'diario.es'

El segundo mensaje que explican las fuentes socialistas consultadas por LD es el pulso del presidente al medio de comunicación que ha revelado estas informaciones, eldiario.es. Según estas fuentes, Sánchez está convencido de que "aquí no hay cifuentazo, que no tienen más información" y que, por lo tanto, no se va a producir un goteo incesante de informaciones que erosionen al Gobierno y a su presidente.

Por ello, lo que pretende Sánchez es "una guerra de trincheras" en la que "está a la espera de ver quién dispara primero". No es que confíe ciegamente en mantener a su ministra pero sí abre la puerta a esa posibilidad en el caso de que no haya más informaciones ni contradicciones en sus versiones. El presidente sabe que Carmen Montón está tocada pero está determinado a mantenerla por ahora. "Y si mañana toma otra decisión, será él y no un medio de comunicación, quien tome la decisión".

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