El Gobierno mide meticulosamente sus palabras para no aumentar lo que considera una "inflamación verbal" ni que ésta se traduzca en una vulneración flagrante de la Ley entre el aniversario de la Diada el 11 de septiembre y el 1 de octubre, aniversario del referéndum ilegal. Por ello, en la comparecencia de la portavoz del Gobierno a primera hora de la noche de este martes, convocada expresamente para dar respuesta a las amenazas golpistas del presidente, Quim Torra, Isabel Celaá fue extremadamente prudente y siguió tendiendo una mano al diálogo.
"El señor Torra ha repetido esta tarde que no dará un paso atrás. Efectivamente, estamos de acuerdo: es el momento de dar pasos hacia adelante. Pasos para hablar de los temas que importan a los catalanes como las leyes sociales, las infraestructuras, la vivienda y la sanidad... para ello trabajamos a diario en el Gobierno. Queremos seguir hablando y dialogando y encontrando soluciones juntos".
La portavoz del Ejecutivo ignoró las amenazas desde el relato de que "hay que trabajar para cohesionar a la ciudadanía, solucionar y no enquistar los problemas". Y tendió la mano al diálogo con la Generalitat: "diálogo sí, negociación también pero sobre aquellos teman que unan a los catalanes".
Y esto es: un referéndum. "El gobierno está dispuesto a dialogar sobre lo que una, el autogobierno, y hemos puesto en marcha una mesa en la que están representados todos", la comisión bilateral, en la que "el Estado y la Generalitat, que también es parte del Estado" están dialogando, insistió Celaá.
El lapsus: "Torra y su discurso con piedras"
Celaá comenzó su alegato en defensa del Estado y de la acción del Gobierno valorando el discurso de Torra que "en ningún momento ha abandonado las claves del independentismo más clásico. Es un discurso hecho con piedras... con piezas más ancladas en el discurso del siglo XIX que del siglo XXI", corrigió la representante del Ejecutivo.