La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no irá a la manifestación separatista del 11-S porque no estaría cómoda. Ella, asegura, no es ni independentista ni nacionalista, pero ha recordado que participó en los 11-S del "derecho a decidir". Sin embargo, el Ayuntamiento se volcará en ayuda de la organización para contribuir al éxito de la movilización, asegura la primera edil de la capital catalana.
Colau ha reaparecido este viernes en Barcelona y entrevistada en la radio del conde de Godó, aseguró estar "radicalmente en contra de la vía unilateral", pero muy concernida en relación a los presos golpistas. "He denunciado la represión y que haya gente en la cárcel, pero no soy nacionalista ni independentista y creo que la convocatoria de este año es claramente independentista y defiende la vía unilateral". Así, no se siente "llamada a participar". Otra cosa son los actos "institucionales", la ofrenda floral a la estatua de Casanova y las recepciones de la Generalidad y el parlamento autonómico, a los que sí asistirá.
La polémica de los lazos
En cuanto al conflicto por la propaganda separatista en las calles y edificios públicos, la alcaldesa que tiene colocada una sabana con lazo amarillo en la fachada de la casa consistorial, también ha mostrado una cierta equidistancia en este capítulo. No le parece apropiada una "ocupación masiva" de lazos y hasta ha mencionado el aspecto ecológico del asunto: "Pediría que se tenga en cuenta el medio ambiente y que llenar un parque o un bosque de plástico no es necesario".
Por otra parte, la alcaldesa no cree que sirvan de gran cosa los referidos lazos: "La gente puede llevar, colgar lazos o pancartas, pero lo que nos tenemos que preguntar son las causas y buscar soluciones políticas a esta situación de excepcionalidad política", ha manifestado. No obstante, está abonada a la tesis de que no es lo mismo quitar que poner porque en este último caso afirma que se produce una "situación de agresión".
"C's incendia las calles"
No ha perdido ocasión tampoco de sumarse al linchamiento separatista contra Ciudadanos, a quienes acusa de "incendiar las calles". Mucho menos contundente ha estado con Quim Torra, a quien acusa de poco dialogante.
Por otra parte, preguntada por el precio de los alquileres en Barcelona, ha despachado el asunto diciendo que ella también es una afectada porque le han subido trescientos euros hace poco.