El Mundo dice que "Barones del PSOE critican el 'apaciguamiento' de Sánchez". Ya, por lo bajinis, no se vaya a enterar el jefe. Mientras, el Gobierno culmina su traición a la mitad de los catalanes por un puñado de votos. "La número dos de Marlaska ampara que los Mossos multen por quitar lazos". Dice el editorial que "pese a la inacción del Gobierno de Pedro Sánchez ante los abusos político-policiales que se están cometiendo en Cataluña, donde la policía autonómica identifica y abre diligencias a ciudadanos de a pie por retirar de las calles simbología al servicio del separatismo, bueno es comprobar que la sociedad civil, al menos, sigue viva" y se rebela contra la dictadura lazy. "Lo triste es que quienes se rebelan ante el proyecto de 'pueblo único' de Torra no tengan el aliento del Gobierno", que, más bien al contrario, ampara la represión y la violencia contra la disidencia de la tiranía nacionalista. Una dictadura que el Gobierno amenaza con extender a toda España vía decretazos y negociaciones con agosticidad con Podemos. "Pacto antiPP para cambiar las reglas del juego. Gobierno y Podemos modificarán la ley para arrebatar al Senado el veto sobre el déficit". Y mientras, como cuenta Jorge Bustos, Pedro Sánchez, continúa con su vida de "nuevo rico", sin privarse "de ninguna residencia de rancio abolengo", que si Doñana, que si Quintos de Mora. Seguro que está que rabia porque el Azor ya no exista.
De El País lo único que se puede destacar es su falta de ética periodística a la hora de tratar el asalto a la valla de Ceuta. Una foto de un inmigrante corriendo bajo el título "Saltar la valla y llegar a Ceuta". "Un centenar de inmigrantes realizan el segundo salto en Ceuta en un mes". Ni palabra del ácido y la cal viva. ¿Queda algo de vergüenza torera en este periódico?
ABC abre con el testimonio de un guardia civil desde la valla de Ceuta. "Rezo para que nos tiren piedras y no ácido". "Un día pasará una desgracia y lo peor es que la estamos viendo venir. Somos muy pocos y no nos dejan tomar medidas de contención". Pues mira, que no se arriesguen, huelga de brazos caídos y que les dejen pasar, allá se las apañe luego el gobierno de Sánchez. Luis del Val habla en "La Tercera" de Cataluña. "El miedo se ha instalado en Cataluña y ha infectado a la sociedad". "El procés más importante no es el que, según ellos, conduce a la independencia, sino ese proceso de ocupación de las entidades civiles, económicas y culturales, la desaparición o irrelevancia de aquellos ciudadanos que no son secesionistas, y la exaltación de cualquiera que exhiba los símbolos de esa sociedad cada vez más autoritaria". Ante esta situación, Isabel San Sebastián pone de manifiesto que "España pide urnas a gritos". "¿A qué espera el ambicioso líder socialista para convocar elecciones? Incluso podrían vencer". "Cualquier político que se respetara a sí mismo y respetara el sentido de la palabra democracia se sometería de inmediato al escrutinio de la ciudadanía, como único mecanismo legitimador de su posición", pero a la vista está que a Sánchez lo único que le inspira respeto en la suntuosidad de vivir en La Moncloa, con sus aviones, sus palacetes, sus fincas para ricachones… "No tiene palabra, ni coraje, ni vergüenza. Por eso no se atreve a darnos la voz. Le asusta el veredicto que podemos dictar los auténticos propietarios de la soberanía", ande yo caliente ríase la gente. "Queremos y exigimos ser llamados a las urnas". Pues no parece que vayan por ahí los tiros. Vista su tendencia a gobernar a decretazos y cambiar leyes a su conveniencia no es descartable que se las apañe para quedarse en el poder incluso más allá de los dos años que quedan de legislatura. Lo mismo vamos a tener que rodear Moncloa y las sedes del PSOE, que es lo que harían ellos.
La Razón titula: "Sólo 60 guardias para impedir el asalto de 1.500 subsaharianos". Dice el editorial que "quienes negaron la improvisación del nuevo gobierno socialista con el caso Aquarius y su utilización propagandística deberían reflexionar ante las cifras que confirman el efecto llamada". Claro que luego dice que "conviene analizar con mesura el problema y no sembrar alarmismos que no se corresponden con la realidad. Las cifras son altas sí, pero pueden ser perfectamente manejadas por un país del tamaño y la potencia económica de España". ¿En qué quedamos, Marhuenda, hay que reflexionar ante las cifras y el efecto llamada o son manejables y no hay nada de lo que preocuparse? A ver si nos repasamos los editoriales para no confundir al personal.
La Vanguardia constata que el Gobierno ha vendido a la Cataluña constitucionalista. "Interior plantea tratar de los lazos amarillos en la Junta de Seguridad". Pero hasta el periódico del régimen lazy tiene más pudor que El País. "Salto en Ceuta con cal viva".