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Alarma: Pedro Sánchez pretende "dinamitar" el Senado por decreto

Pablo Casado se hace un hombrecito, nueva crisis por la lluvia de inmigrantes y Pedro se ha dignado a hablar.

El Mundo, más sorayista que la propia Soraya, dice que "Casado impone a sus fieles y no admitirá corrientes internas" y "lamina a los que apoyaron a Sáenz de Santamaría". Antes de que los sorayos y arenos lo laminen a él, buenos reflejos. Francisco Rosell le dedica unas bonitas primeras palabras a Casado, que "acreditó su capacidad de liderazgo" y "explicó con solvencia y nitidez la líneas maestras de su proyecto". Incluso le reconoce "plena legitimidad para marcar el rumbo ideológico y la conformación de su estructura interna". "Ha tomado el mando a todos los efectos"y "los pesos pesados de la candidatura de Santamaría se han quedado fuera de la nueva dirección". Dicho esto, El Mundo vuelve a hacer de portavoz mediático de la Doña. "Lo cierto es que los populares no pueden permitirse prescindir de una figura como la ex vicepresidenta", dice. Nadie es imprescindible en esta vida, Rosell, nadie. "Se trata de saber perder, pero también de saber ganar", dice cual eco de Ayllón en sus bolos de ayer por los medios de comunicación poniendo a caldo a Casado mientras el flamante presidente del PP presentaba en sociedad a su equipo. "La unidad del PP resulta fundamental para conformar una alternativa de Gobierno sólida de centroderecha", concluye sin un solo reproche a los modos de la exvice. David Gistau no cree que la intención de Soraya sea darse un beso de buenos hermanitos con Casado, más bien ve "planes de sabotaje", "a juzgar por la actitud de Sáenz de Santamaría y por la hostilidad de algunos veteranos del partido que ayer estaban en la atmósfera del hotel". "Para enfrentarse al odio sectario, Casado tendría que haber viajado al interior, al corazón de las tinieblas. Un lugar muy propicio para la emboscada que lo mismo está en Génova". Y que viaja en el AVE.

El País abre con la crisis migratoria. "El salto masivo en Ceuta ahonda la crisis asistencial". Leve y escondida crítica al Gobierno por otra de sus ya clásicas contradicciones. "Interior justifica las devoluciones en caliente" que tanto criticó. "A la vez que el Gobierno reconoce el colapso del sistema de acogida de inmigrantes tras las llegadas masivas de las últimas semanas". "La Guardia Civil está cumpliendo con la ley vigente". Vamos, como hacía cuando estaba Rajoy. Y Podemos y Pablo Iglesias calladitos como meretrices. Sobre Pablo Casado dice: "Guerra abierta en el PP por el reparto del poder". Pues sí, eso es exactamente lo que hay. Fernando Vallespín no teme a la "derecha feroz". "La melodía que se escucha de Casado es parecida a las de otras derechas continentales no xenófobas", qué amable Vallespín. Pero no cree que el nuevo presidente del PP vaya a "emprender el camino hacia el centro". Su "tesis" es que "su intención es la contraria, que lo que busca el rearme ideológico es llevar los votos de centro a la derecha. O sea, polarizar. Lejos de descafeinar el discurso, poco a poco lo irá endureciendo. Sí, con la misma sonrisa". ¿Algún problema, Vallespín? Mientras no se salte la legalidad está en su derecho de ser de derechas, como Pedro Sánchez está en el suyo de ser de izquierdas tirando a extrema izquierda en el combate con Podemos. Juan José Millás titula su columna muy acertadamente "Barbaridades". "Rivera y Casado compitiendo por ver quién es más liberal o más salvaje, alcanzarán extremos de violencia jamas vistos". Has hecho diana con el titular, Millás, sólo dices barbaridades. Y alguna que otra tontería.

ABC es la oposición a Sánchez de la prensa escrita. "Máxima tensión en las fronteras tras el giro en la política migratoria". Dos editoriales para atizar al presidente. "El gobierno socialista sembró la confusión necesaria para que las mafias del tráfico de personas vieran de nuevo a España como un inmenso puerto franco", dice exagerando un poco. El segundo lo dedica al "abuso de ningunear al Senado", la última siniestra intención que Pedro Sánchez ha deslizado. "La pretensión del gobierno de burlar el visto bueno vinculante del Senado para sortear la mayoría absoluta del PP y poder aprobar la nueva senda del déficit es un abuso". Algo más que un abuso, diría yo. ¿Va a cerrar el Senado por decreto? "Resulta alarmante que el Gobierno sugiera la posibilidad de forzar la normativa para ningunear el Senado". Sería "una práctica totalitaria impropia de una democracia. Sánchez provocó una moción de censura con el ánimo de convocar elecciones –no sé de dónde se ha sacado esto Rubido, nunca estuvo en su ánimo convocar elecciones– no para forzar la legislación y nuestras instituciones hasta extremos inasumibles. Si no puede gobernar, que convoque comicios. Pero tomar atajos legislativos, dinamitar las mayorías constitucionales reguladas y empecinarse en diseñar un Estado de derecho a la medida del PSOE resulta excesivo". Es más, recuerda al golpe en el Parlamento catalán de septiembre y las prácticas chavistas en Venezuela.

La Razón entrevista a Pablo Casado. "Echo en falta a Soraya pero no temo zancadillas internas". Si no fuera porque no se lo cree ni él resultaría de una candidez preocupante. Marhuenda lo tiene claro. "El nuevo presidente popular ha cumplido con sus promesas de campaña y ha contado con dirigentes que apoyaron otras candidaturas. Si algún reproche cabe, no es a Pablo Casado a quien hay que hacerlo. La actitud de Soraya Sáenz de Santamaría, que incluso se negó a asistir a la reunión del comité ejecutivo en Barcelona, puede entenderse desde un punto de vista personal, peo no contribuye en nada al fortalecimiento del PP". Toma leche, Soraya. Está La Razón a partir un piñón con Casado. Cambiamos de tema para abordar la columna de Julio Valdeón en homenaje a Inés Arrimadas, principal víctima de los "buenos fascistas" indepes. "Puta, cerda y guarra son los términos habituales para una Arrimadas imparable. No le personan el arrojo la lucidez, la decencia". "Arrimadas será la próxima presidenta de la Generalidad, sí". En qué basa este convencimiento ni idea, pero Dios te oiga, Julio. O te lea.

La Vanguardia dice que "Sánchez afirma que agotará mandato en el 2020 y hará los presupuestos". Ya dando por hecho que no cumplirá su palabra de convocar elecciones, esperemos que la cumpla en 2020 y no busque triquiñuelas para seguir en Moncloa sin urnas. Muchas ganas no se le ven, y con el precedente del Senado empiezan a ser preocupantes sus tics antidemocráticos.

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