Sandro Rosell se enfrenta a once años de cárcel –seis por blanqueo de capitales y cinco por organización criminal–, además de 59 millones de euros de multa por la llamada Operación Rimet. La Fiscalía Anticorrupción ha entregado su acusación en forma de escrito ante el Juzgado Central de Instrucción 3 de la Audiencia Nacional. Solicita la apertura de juicio oral contra quien fuera presidente del FC Barcelona y sus supuestos colaboradores en la organización criminal: su esposa Marta Pineda –siete años y 50 millones–; el abogado andorrano Joan Besolí –diez años y 55 millones–; Shhe Ohannessian –siete años y 40 millones–; Pedro Andrés Ramos –ocho años y 50 millones–; y José Colomer –seis años y 40 millones–.
Según Anticorrupción, conformaron en 2006 "una estructura estable, reforzada por sus vínculos de amistad y parentesco, dedicada al lavado de capitales a gran escala". La juez Carmen Lamela recopiló todos los indicios. Según el procesamiento, se apropiaron de fondos de la Confederación de Fútbol Brasileña por los derechos de retransmisión de los partidos de la selección y del contrato de patrocinio de NIKE.
Operación Rimet
Lamela explica que los seis procesados formaban parte de una estructura estable con un reparto de roles previamente establecido por Sandro Rosell y la inestimable intervención de Besolí, gestor de profesión y era titular de un importante número de sociedades y cuentas bancarias en Andorra. La juez se centra en dos operaciones en las que la organización ocultó los fondos ilícitamente desviados por el expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol Ricardo Terra Teixeira: en la venta de los derechos de retransmisión de 24 partidos de la selección y la esponsorización firmada por la CBF con NIKE, donde intervino Ailanto, una sociedad de Rosell.
La juez relata que en 2006 el primero de los contratos firmado por Terra Teixeira con una sociedad árabe domiciliada en las islas Caimán tenía por objeto los derechos de 24 amistosos disputados por Brasil. Detalla cómo "se impuso a la compradora el pago de unos fondos de los que en beneficio propio se apoderaron Rosell y Terra en perjuicio de la CBF. De esta forma, el expresidente de la Confederación recibiría un total de 8.393.328 euros y Rosell 6.580.000 euros, sin conocimiento de la misma".
Los procesados efectuaron operaciones para dar apariencia de legalidad al cobro de las cantidades a través de un entramado societario y transferencias desde entidades que pertenecían al grupo saudí. Según la instructora, el dinero terminaba en cuentas de Andorra donde figuraban como firmas autorizadas Rosell y Besolí, que "reflejan un movimiento de flujo de fondos con destino al propio Teixeira y personas de su entorno", supuestos testaferros, "en algunos casos de forma directa y en otros de forma indirecta a través de empresas intermedias administradas y/o relacionadas con el citado Besolí y su cuñado Pedro Antonio Ramos".
Lamela cifra en 14.973.328 millones de euros el dinero procedente de la mercantil árabe que terminó en cuentas españolas y andorranas del matrimonio Rosell, bien directamente o a través de la empresa Uptrend, radicada en New Jersey.
Describe en relación con el contrato de esponsorización firmado por la CBF con NIKE, en la que intervino una sociedad de Rosell, todas las operaciones realizadas desde 2008 a 2011 y que culminaron con un ingreso de 5 millones de euros en una cuenta andorrana vinculada al expresidente del Barça. Según el procesado, ese dinero era la devolución a Terra Teixeira de un préstamo recibido en 2008. Para la juez, es una contraprestación por el dinero obtenido en la venta de los derechos de retransmisión.