PP y Ciudadanos presentaron este martes sendas mociones de urgencia sobre los graves acontecimientos que están teniendo lugar en Nicaragua desde hace meses y la represión del régimen sandinista de Daniel Ortega contra su población. Lo hicieron después de que la pasada semana Rommy Arce cediera el centro cultural de Arganzuela para un acto de apoyo a dicho régimen, llevado a cabo por Plataforma de Solidaridad con Nicaragua y el Frente Sandinista, y que contó con la participación de la senadora de IU Vanesa Angustia.
Arce fue reprobada hace meses por los grupos de la oposición a instancias del PSOE. Sin embargo la alcaldesa no la apartó de sus responsabilidades al frente de los distritos de Usera y Arganzuela. "Si no hay ningún movimiento, afectará a nuestras relaciones con Ahora Madrid, especialmente en Arganzuela y Usera pero también en la política municipal", aseguró la portavoz socialista Purificación Causapié.
Nada más lejos de la realidad: la decisión de Carmena no sólo no ha tenido ninguna consecuencia para el Ejecutivo municipal sino que este martes el PSOE ha respaldado específicamente su actuación en este caso. El argumento de Ahora Madrid –defendido por Rita Maestre y no por el responsable de Derechos Humanos del Consistorio, Mauricio Valiente– y de los socialistas ha sido el de la defensa de la libertad de expresión. "La cesión de ese espacio no se puede entender como un apoyo institucional ni del conjunto del Ayuntamiento, ni de la concejal presidenta del distrito ni de la Junta de distrito porque no ha habido ningún tipo de apoyo más allá de permitir que se realice un acto (...)". Y "lo permitimos porque este equipo de Gobierno no cree en la censura previa. Punto", dijo Maestre. "Nosotros no tenemos la capacidad ni la arbitrariedad para decidir qué opiniones se expresan y cuáles no en los espacios públicos".
La concejal de Ciudadanos Sofía Miranda les replicó: "Claro que creo en la libertad de expresión, pero nunca defendería que en un lugar público, pagado por todos los madrileños, se organizara un acto en defensa de totalitarismos de derechas. Nunca lo apoyaría. ¿Por qué ustedes apoyan lo contrario? Precisamente por su equidistancia". El edil del PP, Percival Manglano, también contestó a este respecto a Rita Maestre señalando que "no fue libertad de expresión; fue un acto de apoyo político. Fue un acto en el que se cedió un local para dar un apoyo político a un gobierno que está reprimiendo los derechos humanos de su población".
"Imagínese –prosiguió– que se hubiera cedido un local a un régimen que esté lapidando mujeres y que hubiese un representante de un partido político dando apoyo a ese régimen, ¿a usted eso le parecería que sería un buen uso del local municipal? Es esto lo que estamos debatiendo".
La votación se realizó a mano alzada aunque esta vez no hubo versos sueltos. Todos los grupos votaron en bloque los puntos de las dos mociones registradas. Sí hubo unanimidad en condenar la violencia y la represión del régimen de Nicaragua contra su población civil y en pedir al Gobierno de España continuar apoyando una solución pacífica y dialogada al conflicto.