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El separatismo remata su semana fantástica con una manifestación por sus presos

Fiesta de fin de curso en la Modelo de Barcelona: Generalidad y entidades separatistas celebran el cambio de escenario.

Quim Torra, Artur Mas y Roger Torrent piden la libertad de los golpistas | EFE

Sexta manifestación a favor de la puesta en libertad de los golpistas. La primera fue el 21 de octubre del año pasado. Jordi Sànchez y Jordi Cuixart acababan de ingresar en Soto del Real por los sucesos en la consejería de Economía de 20 de septiembre, el asedio a una comitiva judicial que pretendía llevar a cabo un registro relativo al referéndum ilegal. Este sábado, miles de personas se han manifestado desde la plaza de España hasta el recinto de la vieja y cerrada cárcel Modelo de Barcelona.

Los Jordis, los exconsejeros y la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, están desde hace días en cárceles catalanas, competencia de la Generalidad, Gobierno y Govern han abierto negociaciones y la justicia alemana ha blanqueado el golpe. La reunión en Moncloa entre Pedro Sánchez y el presidente de la Generalidad, Quim Torra, y el fallo de tres magistrados del tribunal regional de Schleswig-Holstein han precipitado un radical cambio de escenario.

El separatismo lo ha celebrado con una manifestación menos numerosa que de costumbre. De un tiempo a esta parte, los actos de masas no son tan espectaculares. Son ya seis años de jornadas históricas. De los millones se pasó a los cientos de miles y ahora ya no hay tomas aéreas. El recibimiento a los presos se saldó con decenas de entusiastas a las puertas de las cárceles de Lledoners y Puig de les Basses, donde están Forcadell y Dolors Bassa. Se han celebrado mítines a las puertas de las cárceles, pero no se han convertido en lugares de peregrinación masiva. La consejería de Justicia, responsable de las cárceles y en manos de ERC, ha pedido que no se le monten números a las puertas.

La manifestación de este sábado ha sido la fiesta de fin de curso separatista, si bien se espera la puesta en libertad de los golpistas presos en los próximos días. Las defensas de los encarcelados presentarán la semana una nueva petición, pero apoyada en la sentencia alemana que descarta la rebelión. Con más o menos acompañamiento en las calles, el separatismo avizora nuevas "ventanas de oportunidad". Negocia sobre todo con el Gobierno de Sánchez, presiona a la nueva fiscal general del Estado, María José Segarra, y agita a sus militantes.

Los Comités de Defensa de la República (CDR) han "asaltado" la Modelo, que es desde su cierre un espacio abierto para mítines separatistas. La plana mayor del golpe de Estado encabezó el evento. Artur Mas, Quim Torra, la esposa de Puigdemont, Marcela Topor, y los familiares de los presos coparon la pancarta. Todo el gobierno autonómico más representantes de los sindicatos, las federaciones deportivas, las asociaciones de vecinos y las folclóricas estaban en las primeras filas.

La Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y la Asociación Catalana de Derechos Civiles estaban, como siempre, al cargo de la organización y el orden. Sólo reportan cien autocares. Vacaciones manifestantes hasta el "Onze de Setembre", en el que el separatismo pretende llenar la Diagonal, modesto empeño al lado de sus supuestos logros históricos.

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