¿Hay realmente primarias en Ciudadanos?

Con los estatutos en la mano, la contestación a la pregunta que encabeza esta noticia es indubitada: sí. Pero cuando se baja a los detalles, el proceso de competición interna en la formación naranja dista mucho de poder equipararse al que ahora mismo tiene lugar en el PP, entre Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado, o el que tuvo lugar hace un año, cuando el hoy presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se impuso a Susana Díaz y a Patxi López en la pelea por la Secretaría General del PSOE.

Es cierto que, como partido joven que es, en Ciudadanos aún no hay tantos pesos pesados como en las viejas formaciones. Pero también es verdad que, con la excepción de Begoña Villacís, quien logró ser designada en 2015 candidata a la alcaldía de Madrid tras vencer en unas ajustadas elecciones internas a Jaime Trabuchelli, ningún otro proceso ha sido algo más que simbólico. O dicho de otra manera, en ninguno ha habido el nivel de competencia, de rivalidad y, si se quiere, de emoción e incertidumbre, propio de las competiciones, también las políticas.

Si en 2017 Albert Rivera e Inés Arrimadas se imponían sin mayor problema a candidaturas meramente simbólicas de militantes de base, este domingo Juan Marín será proclamado de nuevo candidato a la Junta de Andalucía en un proceso que también será un paseo militar, en el que catorce afiliados, sin cargo público alguno, le harán frente.

Salvador no concurre, y lo anuncia

A ello ha contribuido el paso atrás dado por el otro hombre fuerte del partido en Andalucía, el diputado por Granada, Luis Salvador, quien días antes de cerrarse este miércoles la postulación de candidatos se dirigía a los medios para asegurar que "personalmente no daré el paso". Algo que hacía, afirmaba, para evitar una imagen de división que, a su juicio, no es real y que "nos dañaría de cara a las próximas elecciones".

Un anuncio que, sin duda, permitía respirar aliviado al aparato riverista, varios de cuyos miembros admiten desde hace tiempo en privado que Salvador, de haber dado la batalla, podría haber puesto en serios aprietos a Marín.

El proceso de primarias en Andalucía es de los más rápidos que se recuerdan. El pasado lunes, la Ejecutiva del partido aprobaba el proceso y el calendario, tal y como anunciaba la portavoz nacional, Inés Arrimadas, quien lo justificaba por el posible adelanto que pudiera realizar la presidenta andaluza, Susana Díaz, quien trataría de evitar así, según la portavoz naranja, "enfrentarse" a la sentencia del caso ERE "en periodo electoral" . El máximo órgano dirigente del partido daba luz verde, además, a la presentación para dos de las provincias de otros tantos independientes. El exseleccionador nacional de Baloncesto, Javier Imbroda, por Málaga, como él mismo había anunciado, y el consultor político Fran Carrillo por Córdoba. Ambos tendrán también como rivales a varios afiliados de base, aunque con el respaldo del aparato, que el propio Albert Rivera se apresura a plasmar en Twitter.

Bienvenido @FranCarrilloCs a la casa común de la libertad y la igualdad en España, @CiudadanosCs. Es una buena noticia que se sigan incorporando cada día más personas como tú con talento y experiencia de la sociedad civil a la vida pública. Mucha suerte, un abrazo. https://t.co/pcjqA9yqpw

— Albert Rivera (@Albert_Rivera) 12 de julio de 2018

Igualmente, se nombraba a dos números uno independientes por Jaén, Mónica Moreno, y Huelva, Rocío Ruiz, provincias en las que, por número de afiliados, no es necesario hacer primarias. Moreno es la presidenta de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Andalucía y Ruiz ha sido directora del Instituto del Jaraque.

Cuarenta y ocho horas después terminaba el plazo para presentar candidaturas y este jueves, viernes y sábado son los tres únicos días para pedir el voto. Ni siquiera visitando dos provincias en cada jornada podría algún candidato pisar toda la comunidad autónoma en su campaña. Además, para validar las primarias es preceptiva la aprobación del Consejo General, el máximo órgano entre congresos, que por la premura del proceso no se podía reunir in situ y votaba de forma telemática, el mismo proceso que se empleará en la votación del domingo.