Celdas individuales en módulos de respeto, colchones, sábanas y televisión a estrenar y traslado de presos problemáticos para que no molesten a los nuevos huéspedes. Los golpistas presos en establecimientos penitenciarios de la Generalidad son clientes vip de la administración autonómica con un régimen de visitas especialmente adaptado a su relevancia política.
Los nuevos carceleros de Junqueras, Romeva, los Jordis, Carme Forcadell y Dolors Bassa, son compañeros de militancia. El president Torra insiste en que el primer objetivo separatista es conseguir no sólo la liberación de los golpistas sino la anulación de todos los procedimientos judiciales relativos al proceso separatista. Mientras tanto, se suceden las visitas "institucionales" a los ilustres "rehenes".
Más visitas
Torra recibió a los hombres en la prisión de Lledoners. El presidente del "Parlament", el republicano Roger Torrent, fue el encargado de los agasajos a Bassa y Forcadell, instaladas en la cárcel de Puig de les Basses, próxima a Figueras. Torrent también ha visitado este viernes a sus colegas varones.
La Generalidad insiste, sin embargo, que los retornados no gozan de ningún trato de favor. Ha habido que hacer algunos cambios, eso sí, en las dos cárceles. Dos presos de Lledoners y dos reclusas de Figueras han sido traslados de cárcel para evitar que convivieran con los nuevos, afirma La Vanguardia. En la prisión para hombres, los políticos presos ocupan celdas individuales del módulo 2. En Puig de les Basses, la expresidenta del Parlament y la exconsejera de Trabajo también disponen de celdas individuales. Según la propaganda de la Generalidad, la situación es la misma que en Estremera, Soto del Real y Alcalá-Meco, centros de procedencia de los vips.
La próxima semana serán conducidos a Lledoners los tres presos golpistas pendientes de acercamiento. Se trata de los convergentes Quim Forn, Jordi Turull y Josep Rull.