A imagen y semejanza del concurso público aprobado para RTVE, que de momento no se aplicará por el decretazo con el que Moncloa ha impulsado la renovación de la cúpula del Ente público, Albert Rivera propone una reforma de la elección del director del Centro de Investigaciones Sociológicas, el CIS, que garantice la independencia de su máximo responsable.
Desde hace unos días, el líder de Ciudadanos muestra su indignación por el nombre elegido por Pedro Sánchez para ese puesto, el sociólogo José Félix Tezanos, un histórico del guerrismo en el PSOE, responsable de la revista Temas para el Debate que edita el ex vicepresidente del Gobierno. Tezanos ha sido el principal asesor demoscópico de Sánchez y lo seguirá siendo, pues en declaraciones a El País niega que vaya a abandonar la Ejecutiva del PSOE, a la que pertenece desde que Sánchez se impuso en 2017 en las primarias socialistas.
Las críticas de Tezanos a las encuestas
"Nosotros somos partidarios de que estos entes existan si son independientes. Para financiar con dinero público las encuestas del PSOE, que se las paguen ellos" afirmaba este martes Rivera durante su alocución semanal ante su grupo parlamentario, donde se hacía varias preguntas retóricas sobre la figura del nuevo responsable de los estudios de opinión del Estado: "¿Qué se la ha ocurrido a Sánchez para garantizar la confianza de los españoles en las encuestas públicas? Poner a su secretario de programas del PSOE al frente del CIS ¿El mismo que hace poco decía que las encuestas eran brujería? El mismo ¿El mismo que lleva 46 años, no meses, años, militando en el PSOE? El mismo ¿El mismo que hace poco decía que si él hiciera las encuestas Sánchez saldría mejor valorado? El mismo".
Durante una intervención, este invierno, en la Escuela de Buen Gobierno del PSOE, Tezanos arremetió contra las encuestas, que entonces empezaban a señalar a Ciudadanos ganador de las elecciones generales, atribuyéndolas a una supuesta conspiración en favor del partido de Rivera como la que, a su juicio, hubo en los años noventa para favorecer al PP, liderado entonces por José María Aznar, quien en 1996 alcanzó el poder tras derrotar en las urnas a Felipe González.