
Deslegitimar el terrorismo de ETA, luchar contra el yihadismo, pasar de la seguridad ciudadana a la "seguridad humana", convertir en prioridad la violencia de género, potenciar la coordinación entre cuerpos policías, mantener la equiparación salarial pactada con policías nacionales y guardias civiles… El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha explicado las que serán las líneas generales de su política al frente del departamento.
Durante su comparecencia en la comisión de Interior en el Congreso de los Diputados, en la que ha insistido varias veces que él es un técnico y no un dirigente político, ha dicho que su Ministerio estará "abierto a la ciudadanía" y que apostará por pasar de la seguridad ciudadana a la "seguridad humana", un concepto que no ha explicado suficientemente y que, ha dicho, se alcanza al "ampliar el foco, el punto de vista, nuestra visión".
"Este debe ser el momento de una devolución social, arrojar todo nuestro empeño en trabajar no sólo desde los valores cívicos, sino también desde los humanos. La seguridad genera espacios más abiertos, más respirables, espacios que garantizan el ejercicio de nuestros derechos", ha continuado.
Marlaska ha anunciado que respetará lo acordado sobre la equiparación salarial por el anterior equipo ministerial del PP con los sindicatos y asociaciones profesionales de Policía Nacional y Guardia Civil, algo que había apoyado el PSOE de la oposición, para que su salario sea similar dentro de tres años al que perciben los Mossos d´Esquadra. También ha prometido mejoras en las instalaciones y un impulso de la conciliación. Eso sí, ni una palabra sobre mejoras en el material de trabajo.
Ha asegurado asimismo que, sobre la problemática de conseguir una coordinación policial eficaz entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, "a partir de ahora no será una palabra hueca". "La coordinación será una realidad que abordaremos de manera proactiva y decidida. Se abordará de manera transparente", ha añadido.
ETA y el acercamiento de presos
El terrorismo, como no podía ser de otra forma, también ha tenido protagonismo durante su intervención. Sobre el autóctono, ha dicho que trabajará en la deslegitimación de ETA y sus asesinos, que impulsará los trabajos de investigación de las Fuerzas de Seguridad sobre los documentos cedidos por Francia el pasado mes de febrero, además de la reparación a las víctimas.
Nada sobre el supuesto plan para acercar etarras a prisiones próximas al País Vasco y Navarra durante su intervención inicial. Ha sido necesario que le preguntaran por ello los portavoces de PP (José Alberto Martín Toledano), Ciudadanos (Miguel Gutiérrez) y la diputada de EH Bildu que pidió un aplauso para los asesinos de la T-4 cuando era alcaldesa de Hernani para que entrase en el tema.
"Tengo una historia de muchos años y para mí el cumplimiento de la ley es ineludible. Tengo una historia de 30 años en la lucha contra ETA y es muy difícil que me separe de esa línea. No hay ningún tipo de pacto político. No hay nada de eso. No hubiera aceptado el cargo de ministro. No puedo ser más claro. Pero estamos en 2018 con una situación distinta, con ETA disuelta por nosotros, no porque ellos hayan querido", ha dicho en su turno de réplica.
Marlaska ha dicho que los posibles acercamientos de etarras a prisiones cercanas al País Vasco y Navarra serán "decisiones individualizadas". "Los traslados que se puedan acometer van a formar parte del tratamiento individualizado. No son beneficios penitenciarios. Van a ser movimientos individualizados, no colectivos", tras lo que ha mostrado su indignación por el hecho de que algunos medios de comunicación hayan publicado el nombre de algunos etarras.
"Yo soy un defensor a ultranza de la vía Nanclares y siempre lo he sido. Desde el año 2012, la vía Nanclares se paralizó y boicoteó –ha dicho como crítica al Gobierno Rajoy-. Habrá tratamiento individualizado, con información a las víctimas y todo transparente", ha continuado el ministro, tras lo que ha dicho que la aplicación de la justicia a veces es "dura" y que para él fue un momento muy duro la excarcelación de algunos etarras que cumplían pena ampliada por la Doctrina Parot.
Yihadismo, Ceuta y Melilla...
En lo que al yihadismo se refiere, ha afirmado que es "una amenaza muy grave de los valores universales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad, la solidaridad y el disfrute de los derechos humanos y de las libertades" y se ha comprometido a reforzar el consenso político, es decir, el pacto contra el yihadismo, como "pilar de la lucha contraterrorista", además de potenciar el CITCO y desarrollar íntegramente el Plan de Lucha contra la Radicalización.
Los vallados de las fronteras de Ceuta y Melilla también han tenido protagonismo. Ha dicho que se está evaluando qué medidas se pueden tomar para sustituir las concertinas por otro elemento que proporcione una seguridad igual pero que no dañen físicamente a los inmigrantes ilegales. "No voy a decir nada hasta que tenga el informe", ha dicho el ministro, tras lo que ha insistido en que "hay que garantizar la seguridad".
"Las fronteras del sur de Europa son fronteras sur de la Unión Europea. En ese sentido, la UE debe determinar y fijar los elementos de esa". "Esa frontera también en la frontera de Marruecos", ha recordado Marlaska tratando de recordar que el país vecino también tiene su parte de responsabilidad en la zona, aunque no reconoce la existencia de la misma por sus aspiraciones anexionistas sobre ambas ciudades autónomas.