El Mundo dice que "Sánchez ofrece a Torra 'libertad para hablar' de la independencia". ¡Hombre al fin! Ese tema tabú del que nunca se ha hablado. En opinión de Federico Jiménez Losantos el gobierno se ha colocado "en el bando del Golpe y en contra del que lo combate", lo que pone al Gobierno "en situación de clara ilegitimidad". Sánchez tenía dos opciones, "perseguir el Golpe o sumarse a él, que es lo que ha hecho". "Como el Gobierno no tiene facultades para promover ese referéndum contra la Constitución, entendemos que está dispuesto a cargársela (…) Vamos, que echa de Cataluña, política y realmente, a la mitad que es y se siente catalana y española". Y lanza un aviso. "Por una moción entró Sánchez, por otra moción puede salir". Como no nos dejen votar este se queda en Moncloa de por vida. Raúl del Pozo dice que los golpistas han logrado "con su fanatismo lacrimoso y masoca de una cursilería pintoresca que se unan las dos España: ahora hay solo una, que se asoma a los balcones mientras han nacido dos Cataluñas que se enfrentarán un día. Casi nadie cree, ni en Cataluña ni el resto de España, que vaya a tener algún resultado la entrevista de Pedro Sánchez con Torra. Van a chupar cámara en un diálogo de mala fe. Si Pedro quiere sobrevivir y no acabar como un traidor, no tiene otra opción que rechazar el referéndum que le va a proponer Torra. Ni hay tiempo nuevo ni nueva oportunidad o puerta abierta; ni un Gobierno de izquierdas ni uno de derechas puede entregar la soberanía de la nación a unos aventureros que no representan a la mayoría d ellos catalanes". Total, que todo es puro paripé para animarnos el verano.
El País, sin embargo, está muy animado. "La Generalitat responde con gestos al traslado de presos". Gestos como manifas, lacitos por doquier, CDR a toda máquina. Será por gestos. Dice Xavier Vidal Folch que "es la prueba del algodón", "un indicio de un cierto retorno al funcionamiento normal". "El acercamiento de los dirigentes presos conlleva un descomunal poder simbólico, por más que el sindicato de los insatisfacibles no le mueva un musculo". Antonio Elorza no es tan optimista. Es increíble la capacidad de Pedro Sánchez de "tender la mano a Torra" y su banda y "evitar que sus provocaciones tengan efecto. Se trata de un esfuerzo loable por construir un nuevo clima de relaciones" con estos mastuerzos. "Estamos todos expectantes a ver cómo Sánchez logra el más mínimo cambio", pero en fin, "todos sabemos que no es posible dialogar con un muro".
ABC abre con la compleja y confusa operación de ayer. "Corrupción hasta en los semáforos". Ignacio Camacho no cree que lo del traslado de presos sean un descomunal gesto ni tenga ningún poder simbólico ni na de na. "Sánchez está tratando de construir un eje de alianzas de poder a medio plazo, que incluye también una línea de interlocución preferente con el nacionalismo vasco (…) El presidente ha hecho cálculos y sabe que para ganar las próximas elecciones necesita incrementar en territorio soberanista su facturación de escaños". Que está pescando votos, vaya.
La Razón dice que "Sánchez negocia 6.000 millones y la absolución de Companys". Que manía de gobernar con muertos, así cualquiera. Tampoco Marhuenda espera gran cosa de la reunión estrella del verano. "Si lo que está encima de la mesa es de nuevo un referéndum de autodeterminación, podemos adelantar su fracaso. Al presidente del Gobierno solo le cabe convencer a Torra, un ejemplo de ultranacionalista, de que el independentismo debe volver a la ley, si eso es posible". Pues va a ser que no.
La Vanguardia, sin embargo, ve que "mejoran las expectativas ante la cita de Sánchez y Torra". Enric Juliana se encarga de bajarles de las nubes de un tortazo. "Catalunya no tiene solución", "abandonad toda esperanza". Es más, "Sánchez sabe que la cuestión de Catalunya no tiene solución, ni en esta legislatura, ni en la que viene", pero oye, si hay que reunirse pues uno se reúne.