La semana pasada, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y su partido protagonizaron una sonada metedura de pata. En el Parlamento regional votaron a favor de una iniciativa de Podemos para renunciar al AVE y pedir que las inversiones se emplearan en un tren de altas prestaciones, mejorar la red de cercanías y la conexión con Bilbao y el Corredor del Cantábrico. La decisión llamó la atención porque Revilla lleva años exigiendo la llegada del AVE a Cantabria con declaraciones tan enfáticas como éstas de 2011:
"Juro solemnemente, bajo este castillo de Monzón, que los días que me queden de vida no voy a parar hasta que el AVE de Palencia a Santander llegue. No voy a cejar ni un día de mi vida. Que si no me abandonáis esto es pan comido".
Revilla tuvo que rectificar unos días después del pleno. Habló de "malentendido" y prometió una próxima votación en el Parlamento para enmendar el error, que desconcertó en su partido en especial en aquellas zonas que iban a beneficiarse de la llegada del AVE, como Reinosa. El alcalde, José Miguel Berrio, compañero de partido de Revilla, ha explicado en Es la Tarde de Dieter que se sintió "confuso" tras conocer lo que votó el Partido Regionalista.
"¿Qué mosca les habrá picado a estos para votar estas cosas?", contó que se preguntó en esos momentos. Él, ha dicho, es "ante todo reinosano" y después, "pero bastante después, del Partido Regionalista de Cantabria. Si algún día el partido dejara de defender a los reinosanos, yo tomaría pies en polvorosa".
Tras la rectificación de Revilla, el alcalde ha considerado que fue "un lapsus, que ni siquiera motivó el propio Revilla. Son cosas que pasan a veces por la celeridad". No cree que la credibilidad de su líder haya quedado tocada: "A mí lo que me importa son las realidades". Revilla, por su parte, ha vuelto a su vieja exigencia: "El Partido Regionalista pide el AVE hasta Santander. Hasta aquí, pero que lo hagan".