Las tensiones entre Teresa Rodríguez, el Kichi y sus compañeros anticapitalistas y la dirección nacional de Podemos, primero con Íñigo Errejón y ya con Iglesias, lo fueron desde el comienzo mismo de la formación morada. Tres acontecimientos últimos, además de sus discrepancias internas respecto al modo de elección de líderes y organización del partido, han disparado una crisis que culmina con la irrupción de la diputada oficialista Isabel Franco como alternativa a Teresa Rodríguez.
Recuérdese que Teresa Rodríguez ganó las primarias andaluzas de Podemos con un amplio margen a finales de 2016 como cabeza de Por una marea andaluza. Tres de cada cuatro votos fueron a parar a su propuesta lo que le ha permitido ejercer el ordeno y mando sin miramientos en Podemos Andalucía, muy especialmente en la dirección de una confluencia electoral con Izquierda Unida-Los Verdes - Convocatoria por Andalucía.
Curiosamente, fue Pablo Iglesias el que apoyó a Teresa Rodríguez contra los errejonistas Sergio Pascual y Begoña Gutiérrez. De hecho, fue gracias a los pablistas Isabel Franco y Jesús de Manel entre otros que la líder andaluza de Podemos pudo hacerse con las riendas de la organización.
Pero la insistencia de Rodríguez de lograr una confluencia con Izquierda Unida, con la simpatía del coordinador andaluz de IU, Antonio Maíllo, presentaba unos mimbres que nunca han gustado a Pablo Iglesias que quiere que las señas de identidad de Podemos estén claras y presentes en los procesos electorales.
Precisamente, a principios de este mes, el día 6 de junio, su vieja aliada, la diputada por Huelva Isabel Franco, obediente a la línea nacional de Podemos, dejaba todos sus cargos en Podemos Andalucía y acusaba a Teresa Rodríguez de estar fabricando otro partido diferente a Podemos. Poco antes, el secretario de Organización y antes amigo de Rodríguez, Pablo Echenique, subrayara que los planes de la roteña contravenían las normas internas de Podemos.
El obstáculo más destacado es que Teresa Rodríguez quiere celebrar unas primarias andaluzas en unión de IU para elegir a los candidatos que concurrirán a las próximas elecciones andaluzas, mientras que la dirección nacional quiere que cada partido haga sus primarias entre sus propios militantes.
Durante el estallido del escándalo del chalé de Iglesias e Irene Montero en los alrededores de Madrid, tanto errejonistas como anticapitalistas dejaron clara su repulsa. Errejón mismo insistía en que él vivía de alquiler en un piso y el alcalde de Cádiz y compañero sentimental de Teresa Rodríguez, José María González, subrayaba el valor político de ser consecuente habitando una vivienda popular.
Finalmente, ha estallado la guerra decisiva. Como recoge El Diario, la diputada en el Congreso por Huelva, Isabel Franco, se presentará a las primarias de Podemos Andalucía con una lista alternativa a la que va a encabezar la coordinadora regional, Teresa Rodríguez. Nadie duda de que detrás de esta operación está la dirección estatal del partido morado.
Franco se amparará bajo el nombre Defender Podemos Andalucía. Según Franco, "hay una gran preocupación entre la militancia de Podemos en Andalucía, por eso nació la iniciativa de todas las que queremos la confluencia con IU y con Equo, pero a la vez queremos defender Podemos frente a las que quieren disolverlo en una nueva marca".
Ahora vendrán los problemas prácticos relacionados con el censo, caballo de batalla entre ambos sectores. ¿Cómo disponer de un censo común si los inscritos en Podemos lo están en el censo podemita y los inscritos en IU lo están en el propio? La diputada Franco acusa a Rodríguez y a Maíllo de querer construir un censo "paralelo" camuflado bajo el lema Adelante Andalucía donde se agrupen los partidarios de la confluencia fuerte frente a la confluencia débil defendida en Madrid.
El problema es que habrá dos primarias consecutivas en Podemos. Primero, la de Podemos propiamente dicha y después, la de confluencia con IU. En este segundo caso, deberá acreditarse la identidad mediante la acreditación del DNI, requisito que los oficialistas de Pablo Iglesias consideran la prueba de que se está ante la construcción de una nueva organización, nada extraño por otra parte, puesto que son conocidas las veleidades nacionalistas de Podemos Andalucía.
El lío organizativo es de envergadura. Los oficialistas de Isabel Franco tienen que conseguir superar las primarias internas y alcanzar una situación que les permita contar con un 40 por ciento de los puestos de salida en cada provincia. Si se logra esto, que ya es difícil, concurrirán a unas segundas primarias conjuntas con IU que ni siquiera cuentan con reglamento hasta el momento El proceso interno de primarias se extenderá hasta el próximo 3 de julio.
Una confluencia al gusto de IU
Sabido es que Podemos en Andalucía superó con mucho la representación política que logró Izquierda Unida en las pasadas elecciones. De hecho, Izquierda Unida quedó con sólo 5 escaños en el Parlamento andaluz mientras Podemos la triplicaba con 15 diputados. Sin embargo, en el acuerdo alcanzado por ambas formaciones políticas en el proceso de confluencia, IU es tratada como igual, como si tuviese el mismo peso político real.
Según el Acta del Consejo Ciudadano Andaluz del pasado 27 de mayo, este proceso de confluencia tendrá un Grupo Motor, que se compone inicialmente de doce miembros, seis por cada organización. De respetarse los porcentajes electorales, la composición sería de 4 para IU y de 8 para Podemos.
Además, ya se aprueba la celebración de unas Primarias conjuntas "como forma de elección de las listas electorales a nivel autonómico, estableciendo mecanismos de radicalidad democrática que permitan la participación del pueblo andaluz en la elección de sus candidatas y candidatos." Como se aprecia, ninguna concreción permite cómo participará "el pueblo andaluz" y con qué peso cada organización.
Por si fuera poco, ni siquiera queda claro que la marca Podemos esté presente en el futuro proceso electoral andaluz. De hecho, se dice textualmente que "el grupo motor diseñará la marca electoral con la que la confluencia concurra a las elecciones autonómicas y municipales. La voluntad de IU y Podemos es encontrar una fórmula en la que todos los actores del proceso de unidad se sientan representados".