En una novela antigua titulada precisamente El acoso, Alejo Carpentier describe la angustiosa transición que se produce en alguien que, en política, pasa de perseguidor a perseguido y puede ser relacionada, y lo ha sido, con el tema borgiano del traidor y el héroe. Lo curioso es que el relato tiene lugar durante la interpretación de la sinfonía conocida como La heroica de Beethoven. Y en efecto, heroica va a tener que ser la defensa de Susana Díaz ante el acoso de quien manda en su propio partido, ahora también desde el poder gubernamental.
La última de las afrentas infligidas a la mandamás del socialismo andaluz ha sido la postergación de la reforma de la financiación autonómica que estuvo a punto de conseguir del gobierno de Mariano Rajoy. La decisión de su enemigo íntimo, Pedro Sánchez, de dejar aparcada dicha reforma la deja a los pies de los caballos del PP andaluz, enfebrecidos ahora por la posibilidad de que sea Soraya Sáenz de Santamaría la que se haga con las riendas del PP nacional.
Naturalmente, Juan Manuel Moreno no ha tardado en picar en el lomo de la presidenta de la Junta acusando de "traición" a Pedro Sánchez, pero señalando con el dedo acusados a Susana Díaz. Moreno le exige que reaccione inmediatamente ante la "traición"de Pedro Sánchez. No se olvide que Moreno firmó el documento que el PSOE andaluz le presentó a Rajoy reclamando 4.000 millones más que ahora tendrán, presumiblemente, un destino más al Norte.
"Pedro Sánchez le ha declarado la guerra a Susana Díaz, pero quienes van a sufrir son los andaluces" dijo añadiendo que "en sólo tres semanas los socialistas han pasado de reclamar a Mariano Rajoy una reforma urgente a pedir cautela primero y a suspenderla ahora". El pago de favores a nacionalistas y separatistas late al fondo de la acusación.
Tampoco la izquierda unido-podemita –que en Andalucía IU y Podemos ya van de la mano–, ha aprovechado la suerte para cargar contra la ministra de Hacienda por los mismos motivos: pasar de presentar una reforma de la financiación a tener que enterrarla en los cajones del Ministerio hasta después de las elecciones que serán Dios sabe cuándo.
En la intensa labor de acoso de Susana Díaz se ha situado la política de nombramientos. Además del ya conocido nombramiento del peor contrincante de Susana Díaz en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, como delegado del Gobierno en Andalucía, con mando en las fuerzas de seguridad del Estado y en otros servicios públicos muy ligados a los municipios, se sitúan las designaciones de José Guirao, que es andaluz de Almería, de la almeriense Consuelo Rumí y la presunta de María José Segarra como Fiscal General del Estado.
Pocos saben que José Guirao, nuevo ministro de Cultura y Deportes, es andaluz de Almería, una provincia que controla, en buena medida, Pedro Sánchez, y que acaba de dar un golpe de mano colocando a una sanchista, Adriana Valverde, al frente del grupo municipal del PSOE en la capital almeriense.
Guirao fue un componente inicial de la Junta de Andalucía en los tiempos de Rafael Escuredo, ha estado relacionado con la gestión cultural de la Junta hasta que Carmen Alborch se lo llevó a Madrid. No es un simpatizante de Susana Díaz, que ha trabajado con algunos de sus enemigos internos en Cádiz, y está bien considerado incluso por la Iglesia por su afán de conservar la histórica Iglesia de san Isidoro de Sevilla. Nadie se acordaba de él y de su vinculación al PSOE andaluz hasta que a Pedro Sánchez le ha hecho falta en su conquista de Almería.
Junto con María Jesús Montero, que ya veremos cuanto tiempo se mantiene fiel a Susana Díaz porque nunca ha sido del todo de su cuerda, Luis Planas –que ya se enfrentó abiertamente con Susana Díaz en las primarias de 2012–, y la cordobesa Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno, que la desdeña minuciosamente, el frente gubernamental contra la trianera se hace compacto y afecta a áreas decisivas de la gestión andaluza, desde la Hacienda a la inmigración.
Precisamente, otra socialista almeriense, Consuelo Rumí, toma posesión como secretaria de Estado de Migraciones y Seguridad Social. Esto es, en otra área esencial, que incluya nada menos que pensiones y prestaciones sociales, hay otra andaluza y almeriense contraria a Susana Díaz.
Sólo hay nombrado por ahora un susanista en un nivel secundario, como es la viceportavocía del Senado. Se trata de Francisco Menacho, pero, como es sabido, el Senado está dominado por la mayoría absoluta del PP y ahí poco habrá que rascar hasta las futuras elecciones generales.
María José Segarra y la losa de los ERE
El último nombramiento que puede acosar definitivamente a Susana Díaz es el de María José Segarra porque de el puede derivarse un curso de acontecimientos que va a influir en el caso ERE que se juzga actualmente en la Audiencia Provincial de Sevilla.
El de Segarra es un caso más de sombras que de luces en el caso ERE, caso que ha conocido en su calidad de Fiscal Jefe de Sevilla a cuyo despacho llegaron las primeras denuncias del caso Mercasevilla, las cintas de dos empresarios extorsionados por cargos socialistas, la instrucción de la juez Alaya y finalmente el rosario de la aurora de los ERE.
Superiora jerárquica de todos los fiscales del Estado, también de quien sea nombrado fiscal jefe de Sevilla y de los fiscales anticorrupción que actúan en el proceso de los ERE, su intervención puede ser decisiva.
El asunto puede ser letal porque en el caso de condenas ejemplares en la sentencia que se dicte alrededor del mes de diciembre de este año, la responsabilidad política recaerá no en Pedro Sánchez, a pesar de que dos de los procesados han sido presidentes nacionales del PSOE, sino en la Junta de Andalucía presidida por Susana Díaz.
Hasta el momento, las cosas no pintan bien, sobre todo para el mentor de Susana Díaz, José Antonio Griñán, que nuevamente se ha visto señalado en el caso por los representantes de la Cámara de Cuentas. Uno de ellos reconoció que fueron las presiones de la Junta las que hicieron que se borrara el nombre del Griñán de un informe oficial de auditoría que lo señalaba como responsable del desmadre de los ERE.
Otra de las auditoras de la Cámara explicó que las famosas transferencias de financiación con las que se pagaban EREs y ayudas sociolaborales se usaron "en fraude de ley" y que se había eliminado de los informes oficiales toda referencia al menoscabo de fondos públicos a pesar de haberse constatado "evidentemente" el riesgo.
Esto es, el paso de interventores y auditores está dejando el juicio sobre el procedimiento de los ERE, donde hay procesados 22 ex altos cargos de la Junta, a los pies de unos caballos que van a depender mucho de las conclusiones que alcance la Fiscalía al final de sus sesiones. Luego se verá si los caballos que resulten decisivos se dirigen directamente hacia Susana Díaz y la Junta de Andalucía.
Susana Díaz trata de componer una "heroica"
A la vista del acoso y de su intensidad, la inquilina de los dos lugares claves del poder andaluz, la sede del PSOE andaluz de la calle San Vicente de Sevilla y la sede de la Junta de Andalucía del palacio de San Telmo de Sevilla, ha tenido que convocar a sus huestes para tratar de invertir el tema del traidor y el héroe, alcanzando la categoría de "heroína" resistente ante un personaje, Pedro Sánchez, que conduce al PSOE a su ruina.
Así puede considerarse la reunión que convocó la presidenta andaluza ayer mismo en una finca-restaurante de Sevilla y donde se encontraron todos los que son en el PSOE andaluz y la Junta de Andalucía. Si quiere tener opciones de futuro, Susana Díaz tiene que ganar las próximas elecciones andaluzas y decidir si las anticipa o no antes de que el acoso se torne en persecución abierta.
Para salvarse, tiene que dar la impresión de una excelsa gestión que la calle, con Spiriman al fondo, ha comenzado a cuestionar de forma insistente en varias provincias. Por ello, Susana Díaz está tratando de conservar su poder en Andalucía, siete de ocho provincias, y se ha reunido ya con la cúpula del socialismo jiennense, soporte fundamental de su poder en Andalucía, y luego con la dirección de Málaga, una provincia más dividida.
En ese camino, Susana Díaz ha decidido aprobar anteproyecto de ley de participación y colaboración institucional de las organizaciones sindicales y empresariales más representativas de Andalucía. Se interpreta que, con ello, trata de conseguir el apoyo expreso de los sindicatos mayoritarios y los empresarios implicándolos en decisiones económicas y sociales.
No se olvide que la sinfonía conocida como La Heroica de Beethoven fue dedicada inicialmente a Napoleón y a los ideales de la revolución francesa, pero que cuando el corso se convirtió en un tirano, el alemán le cambió el nombre por el que hoy lleva, nombre que recuerda lo que pudo haber sido, la liberación europea, pero no fue. Mutatis mutandis.