El prófugo Puigdemont está descolocado. Pensaba que no prosperaría la moción de censura contra Rajoy y no se esperaba un cambio tan agudo del clima político. El nuevo Gobierno le provoca sensaciones encontradas. El discurso de Pedro Sánchez le gusta, "suena bien", pero no se fía y censura que el gabinete socialista "ha generado expectativas por encima de sus posibilidades". "De momento, las políticas de Rajoy se han quedado", ha declarado en una entrevista en Rac 1, la emisora del conde de Godó.
Los ministros Borrell y Grande-Marlaska tampoco le gustan, pero confía en que sean Sánchez y Meritxell Batet, la titular de Administraciones Públicas, quienes asuman las riendas de la inminente negociación. Puigdemont ha expuesto las líneas maestras de la querella nacionalista. Atisba la posibilidad de resolver el pleito por la vía del referéndum. La independencia, asegura, fue declarada, pero la república, admite, está por hacer.
Vecinos fraternos
Ofrece negociar fecha, pregunta y hasta porcentajes. Es eso y una mediación internacional que desemboque en la república plena tras un fructífero y fraterno diálogo: "Queremos fundar un país que tenga excelentes relaciones con nuestros vecinos". Que Sánchez esté abierto a la negociación es para Puigdemont el gran cambio con respecto a Rajoy, por lo que asegura que las famosas 45 peticiones más el referéndum son el punto de partida. En algunos casos se trata de inversiones, infraestructuras y traspasos que según Puigdemont ya habían sido pactados por la Generalidad con el Estado pero que no han sido aplicados.
Mediación internacional
En cuanto al referéndum, según Puigdemont el derecho de autodeterminación de Cataluña viene reconocido en la Constitución. También aboga por la mediación internacional como fórmula para desencallar la república catalana, objetivo irrenunciable del "diálogo", principio y fin de la "oferta". Ante la nueva situación, Puigdemont descarta la celebración de elecciones autonómicas en otoño porque coincidirán con el juicio a los presos, afirma. Respecto a sus planes, pretende regresar a Waterloo para dirigir desde allí un "Consejo de la República" del que dice que no pretende ser un gobierno paralelo o hacer sombra al "Govern" de Torra.