El Mundo critica que "Sánchez ultima un encuentro con Torra pese a que continúa firme en el 1-O". Dice el editorial que Sánchez "ha convertido la formación de Gobierno en una operación propagandística". Y lo ha bordado, oye, emoción hasta el final. 'Y el ministro de Cultura es… tatachán: ¡Maxím Huerta!' Muy espectacular todo. "El líder socialista ha armado un Ejecutivo con una insólita presencia femenina", el último grito en moda, "y un equilibrio de perfiles que no descuida ningún flanco (…) Sánchez aspira a durar". Destaca Rosell que "el relevo de carteras se materializó ayer con exquisita pulcritud", que a ningún ministro del PP se le ocurrió darle el cambiazo de la cartera por un donut a los del PSOE. A Federico Jiménez Losantos, sin embargo, no le hace ninguna gracia el "gobierno Gürtel", como lo ha bautizado. "Perdonen si no me sumo a la turbamulta mediática que humilla a las mujeres celebrando su sexo y no su valía, como si tener o no tener talento tuviera disculpa de género". Pone especial hincapié en la ministra de Justicia, Dolores Delgado, "íntima de Garzón", el juez prevaricador, y presente en la famosa cacería que tumbó a Bermejo, el ministro de Zapatero. "¿Cómo no intuir el pago de la operación moción?". Emilia Landaluce está de acuerdo con Federico sobre las mujeres. "El Gobierno de Sánchez es pura cosmética. La única relevancia que debería tener un ejecutivo con más ministras que ministros es la eficacia. Lo demás es márketing, tomar por tontas al resto de mujeres que no lo son". En el lado políticamente correcto se sitúa Raúl del Pozo. "La gran noticia es que España ha batido un récord mundial: 11 ministras". Chupi, pedazo de medalla de oro. Un "gran acierto" porque, según Raúl, las mujeres están "más dotadas para lo real, para la compasión, más fuertes ante el dolor, más enemigas de la guerra", dice. Gracias Raúl, por tu condescendencia machista, pero te voy a desilusionar. Entre las mujeres hay de todo, incluso auténticas brujas. Dice Raúl, no tiene su mejor día, que "el salto histórico lo inició Zapatero". Pues no, lo dio Aznar, que fue el primero que colocó a mujeres al frente de instituciones, como el Congreso y el Senado, y ministerios importantes. En su segundo gobierno tuvo siete mujeres. Lo que pasa es que Zapatero lo adornaba más, hacía más ruido. El único acierto de hoy de Raúl es el guantazo que le arrea a Pablo Iglesias y su rabieta por la falta de atención que le dedica Pedro. "Pablo Iglesias se siente burlado porque el nuevo Gobierno sonríe al PP y a Ciudadanos y Pedro Sánchez se olvida, en 24 horas, de quién le ha hecho presidente. Te queda mucha mili, Pablo". Pobriño, él que ya tenía sus ministros elegidos.
El País anuncia que "el Gobierno quiere medidas de impacto desde hoy mismo". Qué expectación, a ver que nos cuenta. El periódico que estrena Soledad Gallego babea con Sánchez hasta la náusea. Será para que les perdone los insultos de no hace tanto. Jorge. M. Reverte dice que "este es un gobierno que tiene cuajo, que está hecho para durar (...) Ha montado un gobierno cuyas señas de identidad se enraizan en la competencia y la sensatez". Silvia Claveria, politóloga de turno, dice que "el potencial simbólico del Gobierno de Pedro Sánchez favorece a las mujeres", y Rubén Amón se suma al coro del peloteo diciendo que "la imagen apocalíptica se ha disipado para desconcierto de Rafael Hernando y para alegría de la patria", ahora se puede decir patria y todo. "Sánchez recupera la iniciativa desde el centro. Demuestra instinto político y capacidad de adaptación". Parece que El País ha copiado el modelo de La Razón con Rajoy, adulación sin rubor.
ABC: "Cambio de carteras, idénticos problemas". Bieito Rubido dice que el rutilante Gobierno se va a enfrentar al "chantaje de quienes defenestraron a Rajoy para aupar a Sánchez (...) Sánchez ni siquiera tendrá tiempo para gozar de un mínimo periodo de gracia y cortesía parlamentaria, porque ni las urgencias de la embarrada política de hoy en día lo permiten y porque es de sobra conocido que se trata de una legislatura en una permanente atmósfera electoral. Sánchez ha diseñado un gobierno socialmente afable. Pero presentó la moción de censura para expulsar a Mariano Rajoy para gobernar, no para fingir que gobierna con unos cuantos gestos ideologizados. Ahora le toca cumplir con sus promesas o su presidencia quedará ampliamente deslegitimada". Uf, deslegitimado, a Ferreras vas. Hughes celebra que Sánchez haya "rehabilitado ciertas palabras". "En sus tomas de posesión a Borrell y a Robles se les llenó la boca con España. Ya se puede decir España sin parecer facha". ¡Sánchez falangista! Con la que le cayó a Rivera, cómo cambia el cuento. Hermann Tertsch cree que le ha quedado un gobierno "muy coqueto y aseado de fachada". Pero la realidad es que "este gobierno Sánchez que Mariano Rajoy nos ha dado llega para intentar limpiar el escenario de molestos figurantes antes de que unas elecciones restauren el bipartidismo. Para quitarle al canelo del coletas tres millones de votos" y de paso "destruir a Ciudadanos a lo cual se dedicarán juntos PSOE como PP". Vamos, que Rajoy le ha encargado a Sánchez el trabajito de matar varios pájaros de un tiro. A ver si había tongo en la moción y la montaron entre los dos.
La Razón se pone en modo Hernando. "Sánchez dará a Torra las 45 exigencias de Puigdemont". Marhuenda dice que "se abre una etapa hipotecada por el poder original de una celada parlamentaria entre 22 siglas derrotadas en las elecciones, pero unidas por una oportunidad". La que te va a dar Ferreras, Marhu, ya lo estoy viendo: '¡¿es legítimo o no?! ¡Responde! Y cuidadito con lo que dices que te lanzo a los perros'.
La Vanguardia dice que "el Gobierno da prioridad a Catalunya en su agenda". A ver, hijos, con la guerra que dais… Hala Pedro, a ver como toreas este toro.