El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también tiene un fichaje estrella para el Ministerio del Interior. El elegido es el vocal del Consejo de General del Poder Judicial (CGPJ) y magistrado estrella de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, que ha sido durante años un icono de la lucha contra el terrorismo de ETAy que será, precisamente, el encargado de lidiar con un posible acercamiento o no de los presos de la banda criminal a cárceles cercanas al País Vasco.
Nacido en Bilbao en 1962 e hijo de un agente ya retirado del Cuerpo Nacional de Policía, por sus manos han pasado importantes sumarios sobre las estructuras de la banda terrorista y sus autos evitaron durante años que Batasuna, el brazo político de la banda terrorista, pudiese seguir actuando con normalidad saltándose su ilegalización. Instruyó asimismo la causa que impidió inicialmente la excarcelación del sanguinario terrorista Juan Ignacio de Juana Chaos.
Una de sus piedras más duras de roer fue el intento de desentrañar los entresijos del denominado caso Faisán, el chivatazo que varios policías del País Vasco dieron al aparato de extorsión de ETA para evitar que fueran detenidos varios miembros del mismo y un destacado dirigente del PNV (Gorka Aguirre), lo que podría haber puesto contra las cuerdas la negociación política que el Gobierno Zapatero mantenía en esos momentos con la banda criminal.
En cambio, su figura como azote del terrorismo se empezó a diluir en 2013, cuando se sumó a la nueva política de suavidad con los criminales dela organización terrorista ETA impulsada por la Fiscalía a instancias del Gobierno de Mariano Rajoy.
Fue entonces cuando ordenó una serie de excarcelaciones que fueron más que polémicas. Una de ellas fue la del etarra y torturador de José Antonio Ortega Lara, Josu Uribetxeberria Bolinaga . Su decisión indignó a las víctimas del terrorismo, que interpuso una queja al juez. Marlaska, en aquel momento, le dijo a las víctimas que "aunque duela a veces hay que aplicar la ley" .
Excarceló también a Arnaldo Otegi y a otra decena de destacados dirigentes de Batasuna-ETA y pistoleros de la banda, además de darse una exagerada prisa en dar la libertad a muchos de los terroristas que estaban cumpliendo condena tras habérseles aplicado la doctrina Parot.
La guinda llegó con otras controvertidas decisiones como permitir que la sanguinaria Idoia López Riaño, La Tigresa, contara con un permiso penitenciario para poder sacarse el carnet de conducir.
Por otro lado ha llevado otras causas judiciales que no tienen relación con el terrorismo. Ejemplo de ello fue el trágico accidente del Yak-42 en Trebisonda (Turquía) el 26 de mayo de 2003, en el que fallecieron 62 militares españoles que regresaban de cumplir con su misión en Afganistán, y cuyo archivo inicial generó una importante polémica. O la operación policial que detuvo a la cúpula de Forum Filatélico.