Celia Villalobos ha tenido siempre un trato exquisito con los medios que más se han significado por atacar a su partido. En eso no difiere lo más mínimo de los integrantes del núcleo duro del PP, que sienten una profunda inclinación a servir de felpudo a los periodistas que con más saña insultan a sus votantes. Pero eso parece que va a cambiar ahora que los han echado como a perros del poder.
La pizpireta dirigente malagueña ha tenido esta misma mañana una bronca a las puertas del Congreso con la periodista Ana Pastor, uno de los rostros visibles de la información política en La Sexta. Pastor trataba de preguntarle por una eventual dimisión de Rajoy en último extremo con el fin de evitar la Moción de Censura, pero Villalobos quería dejar claro que lo que ha hecho la cadena de Ferreras con el caso Gürtel es puro sectarismo. Así ha sido el intercambio dialéctico entre Celia Villalobos y Ana Pastor.
Celia Villalobos: Yo comprendo -ha comenzado Villalobos- que os vais a aburrir muchísimo en La Sexta sin tener al PP dándole caña todo el puto día (sic). Hago una apuesta contigo ¿Qué tiempo le vais a dedicar a las corrupciones del PSOE a partir de que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno? Me apuesto contigo que ni el cinco por ciento, pero da igual…
Ana Pastor: Veo que no ve La Sexta -respondía Ana Pastor- pero en cualquier caso le invito a hacerlo.
CV: No, no, no, sufrir con La Sexta no me apetece nada.
AP: Es lo que tiene contar la sentencia de la Gürtel ¿Verdad Ferreras?
CV: Eso es lo que tiene contarla de forma manipulada, cosa que os encanta
AP: No voy a discutir. ¿Va a dimitir Rajoy?
CV: No, no va a dimitir.
La periodista y esposa del jefe Ferreras cerraba así con el estudio de Al Rojo Vivo la conexión a las puertas del Congreso de los Diputados:
Es estupendo que crean que en La Sexta hablamos de corrupción, porque lo que hacemos es contar las cosas que ocurren, aunque al PP o a otros les moleste.
Ferreras, al frente del programa, retomó la conexión en el plató resoplando perceptiblemente y asegurando con muy mala cara: "Voy a contenerme".