El pleno del Ayuntamiento de Castellón ha aprobado este jueves la propuesta del equipo de gobierno para cambiar la denominación oficial del municipio por su forma exclusivamente en valenciano, de tal forma que pasará a ser Castelló. Este acuerdo se ha aprobado con los votos a favor de PSOE, Compromís y Castelló en Moviment, y en contra de PP y Ciudadanos.
En el debate, el portavoz de Castelló en Moviment, Xavi del Señor, ha señalado que no significa "obligar a nadie a hablar de ninguna manera", informa Europa Press. En la misma línea, el concejal de Compromís Enric Porcar ha subrayado que la propuesta "no va en contra de nadie ni de ninguna lengua", y que la misma se basa en un dictamen jurídico e informe técnico.
Porcar se ha preguntado por qué el PP ahora se muestra en contra del cambio si cuando presidían la Generalidad Valenciana se aprobó que la región se denominara solo en valenciano. En su opinión, "parece que está de moda estar en contra de todo lo que sea valenciano", y se ha preguntado si esto es porque el PP ahora no gobierna.
El representante de Ciudadanos, Vicente Vidal, ha contestado que esta propuesta "trata de eliminar el castellano, y esa es su verdadera intención", ya que "no se puede recuperar lo que no se ha perdido, pero sí arrebatar la posibilidad de usar indistintamente Castelló o Castellón".
Así, ha criticado que el equipo de gobierno, "con su falacia de recuperar lo que ya existe, ha generado un clima de crispación en la sociedad castellonense, y cuando otros grupos mostramos nuestra oposición nos acusan de crear polémica". "Mi partido ha llegado a instituciones para no dejar que el nacionalismo campe a sus anchas y que los ciudadanos puedan utilizar la lengua que quieran", ha añadido. Al respecto, ha acusado al bipartito de querer eliminar el español "de todos los rincones de la ciudad".
El socialista Rafa Simó ha apuntado que la aprobación del topónimo oficial no impedirá que cualquier ciudadano pueda seguir denominando la ciudad como Castellón, y ha acusado a la derecha de hacer un "uso partidista y demagógico" de la propuesta de cambio de nombre. Además, ha explicado que hay razones históricas y lingüísticas "incuestionables" para el cambio, y que la doble denominación "es una anomalía administrativa que hay que reparar".
Por su parte, el concejal del PP Carlos Feliu que "el debate no es si es Castelló o no, porque ya lo sabemos, sino por qué hay que quitar Castellón". Según ha dicho, "el nombre es Castelló y Castellón desde 1982, y no hay nada que recuperar". "Lo que quieren es eliminar la doble denominación de la ciudad, es decir arrancar un trozo de nuestra historia", ha enfatizado.
La portavoz de los populares, Begoña Carrasco, ha dicho que "la grandeza de la ciudad es poder elegir la lengua que se quiera utilizar, sin imposiciones ni coacciones, y nuestra ciudad ha sido un ejemplo de bilingüismo hasta que han llegado ustedes". Según ha indicado, el debate de hoy es "por qué quieren eliminar del topónimo la denominación en castellano". "Los del falso progresismo son los intolerantes, pues para nosotros ambas denominaciones con buenas", ha añadido.