Los familiares de los exconsejeros catalanes presos por la intentona golpista se sienten solos y perdidos en las instancias europeas, a las que reprochan un espeso silencio ante las supuestas vulneraciones de los derechos humanos en España. La situación política en Cataluña es para la Unión Europea un asunto interno y en el parlamento de Estrasburgo sólo un puñado de eurodiputados radicales abraza la causa separatista, ahora ampliada al caso del rapero Valtonyc y los encarcelados por el intento de linchamiento de dos guardias civiles y sus esposas en la localidad navarra de Alsasua.
Los partidos nacionalistas catalanes y vascos, así como Podemos han movilizado a sus eurodiputados para activar el expediente catalán en Europa, pero el interés que suscita entre los eurodiputados es mínimo. Los antecedentes racistas de Quim Torra provocan serias reticencias respecto a las iniciativas separatistas, de modo que en el acto organizado por los nacionalistas y Podemos se ha llevado a cabo prácticamente en familia, con una decena diputados voluntarios para mostrar su apoyo a los familiares de los políticos catalanes presos.
El vacío europeo ha propiciado una dura intervención del eurodiputado Jordi Solé, que se ha quejado de no sentir "suficientes voces escandalizadas" por la situación de Oriol Junqueras y Raül Romeva, eurodiputados en su día y que según Solé "dejaron un buen recuerdo".
En el acto han intervenido una hija de exconsejero de Interior, Joaquim Forn, la esposa de Romeva, Diana Riba y Francesc Riera, cuñado de Junqueras, así como familiares de los presos por los hechos de Alsasua y los amigos del rapero Valtonyc.